Una iluminación cálida, el toque natural, una paleta de colores definida, el uso de las velas y la presencia de un árbol como los de siempre, son alguna de las claves para vestir la casa para las fiestas.
La iluminación gana protagonismo, hay miles de variantes. “Una Navidad sin sus luces no es Navidad”, de ahí que sea un factor clave en la decoración navideña.
Existen muchísimas propuestas en guirnaldas luminosas, tanto en interiores como para exteriores. Puedes encontrar diseños muy bonitos y originales para personalizar tus ambientes, la guirnalda se escapó del arbolito e invade bibliotecas, paredes con enredaderas y suma calidez.
Solo tendrás que decidir si quieres corazones, estrellas, copos de nieve y si van a ser de led o con pilas. Piensa que la mayoría de los festejos de estas fiestas se acostumbran de noche, así que la iluminación cobra un significado especial.
Si bien, las guirnaldas de luces se llevan el primer premio, las velas siguen teniendo su protagonismo y son perfectas para ambientar cualquier rincón de casa. Las puedes mezclar con adornos navideños, hojas de muérdago y armar un espacio en la mesa, en un rincón del living, en el recibidor, para dar la bienvenida a los invitados… Pon una vela en tu casa y tendrás medio trabajo decorativo hecho.
Juega con las velas y con sus luces y sombras y déjate seducir por su encanto. Además, si las eliges aromáticas, su perfume multiplicará su poder y los sentidos harán el resto.
En cuanto a la paleta de colores, las miradas siempre se las lleva el arbolito y el centro de mesa. Aquí te paso algunas combinaciones que no fallan:
Acentos dorados y estilo rústico: la decoración navideña encuentra en el estilo rústico uno de sus grandes aliados. La calidez de la madera se lleva muy bien con los adornos en tonos dorados, ocres… Combínalos con detalles naturales como guirnaldas verdes.
Si tus interiores no cuentan con mucha madera a la vista, puedes optar por blanco, dorados y ocres. Esta combinación nos permite mantener esa calidez de hogar que a todos nos gusta. Forma un equipo luminoso, elegante y súper cálido.
Otro mix es oro y plata. Esta mezcla aporta elegancia y sofisticación sin renunciar a la sencillez. Puedes decorar el árbol de Navidad solo con adornos en dos colores: oro y plata. Y luego repetir en el centro de mesa.
Otra mezcla de colores que veremos en los adornos de Navidad es el azul y el dorado. El azul otorga calma y sosiego, y el dorado le da ese toque entre tradicional y estilo clásico. Entre los dos, consiguen ambientes muy señoriales y clásicos.
Adornos en blanco y gris. Esta es la fórmula para los amantes del estilo nórdico. Una combinación muy luminosa, un tanto fría, según con que se la combine.
El rosa también se lleva en la mesa. Cuando los textiles naturales son los protagonistas, el rosa puede convertirse en uno de esos colores alegres, que puedes introducir en elementos como el mantel. Si lo combinas con cubiertos dorados en juego con los servilleteros, lograras que el color destaque más.
Recuerda que tu casa es tu reflejo, y si tienes dudas para elegir materiales, colores o muebles podemos charlar, estoy para ayudarte. Con una reunión podrás validar ideas, tener respuestas y preguntarme en vivo y en directo lo que necesites. La sesión dura 90 minutos, envíame un wsp al 15 67359907, me cuentas cuál es tu preocupación y concertamos un encuentro.
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