¿Estas cansada de mirar alrededor tuyo y ver todo siempre igual? Pintar es, dentro de todo, una solución rápida para renovar tus espacios. Pero ¡ojo! No necesariamente hay que pensar en pintar toda la casa. Muchas veces pintando solo una o dos paredes o, porque no, algunos muebles, ya logras ese aire nuevo que estas necesitando.
Por ejemplo, pintar los muebles de cocina: es una tarea sencilla, que puede realizar todo el mundo y el cambio será tan radical que parecerá una cocina nueva. Los puedes pintar, independientemente, del material, incluso si son de melanina. En este caso necesitaras una mano de imprimación o una lijada suave en la superficie y luego dos manos de una pintura acrílica.
¿Qué color escojo?
El primer paso es ver ejemplos. Esto puede llevar algún tiempo pero sin dudas, va a permitir que tu imaginación cobre vuelo y te atrevas al cambio.
De amarillo.
Luminoso y alegre, el amarillo o el naranja, en cualquiera de sus versiones, parece una muy buena opción. Se combina muy bien con blanco o con madera natural clara u oscura.
Una cocina con los muebles pintados de verde oliva oscuro.
Aunque parezca gris, esta cocina está pintada en un color verde oliva oscuro.
Una cocina con los muebles pintados de azul.
Azul pastel: un tono frío, relajante y luminoso perfecto para la cocina.
De color turquesa.
Más potente y enérgico, el color turquesa, para crear una cocina a todo color.
Neutros: Blanco, negro, gris
Si el blanco te parece demasiado soso, siempre puedes pintar los muebles de un gris clarito, que sigue siendo luminoso, combina con cualquier otro color y no es blanco.
Otro color que no es para todos los gustos, es el negro. Sin duda es uno de los más elegantes. Si tienes buena luz en la cocina, puede interesarte este color.
Colores vibrantes:
No es para todos, pero hay que reconocer Que el espacio pierde formalidad y se convierte en una zona alegre y descontracturada.
Cada color tiene unas propiedades ventajas e inconvenientes que debemos previamente estudiar.
Los colores claros crean mayor sensación de amplitud que los oscuros, amén de que recargan menos la estancia.
Los colores fríos son relajantes y crean la sensación de que se alejan.
Por el contrario, los colores cálidos no son de carácter relajante y recargan más las estancias.
El segundo paso es ver los antes y después o simularlo. Esto consiste en sacar un par de fotos de tu cocina actual y pintarla en diferentes colores hasta encontrar el que más te guste. Recuerda que en este paso puedo ayudarte. Me envías al consultorio las fotos que has sacado simplemente con el celular y juntas optamos por el color más adecuado.
Nos vemos…