Con una buena iluminación se pueden lograr cambios realmente maravillosos, puedes convertir un ambiente frío en un espacio cálido y acogedor, hacer parecer tu casa más confortable, más grande. Existen técnicas que lamentablemente mucha gente desconoce a la hora de comprar un artefacto de iluminación y acerca del tipo de lamparita que el mismo puede llevar.
En este post, te voy a tratar de resumirte los conceptos básicos para una buena iluminación, de la manera más clara posible, ya que al tratarse de algo un poco técnico puede volverse aburrido.
Veamos dos conceptos fundamentales: tipo de lamparita y temperatura del color.
- Las lamparitas:
Existen muchos tipos de lámparas. La imagen que nos viene a la mente al pensar en ellas, es la típica bombilla de Edison, es la que podemos llamar incandescente. Hoy está descartado su uso en el mercado por motivos de consumo energético y contaminación.
Las nuevas tecnologías, como por ejemplo el LED, aportan más rendimiento con menos consumo (se puede llegar hasta un 80% de ahorro).
Los otros tipos que podemos encontrar en el mercado son: las halógenas – que desprenden calor -, las de bajo consumo – que tardan unos segundos en encenderse completamente y tienen muchas veces una luz muy fría (aunque se puede elegir)- y los fluorescentes – que tienden a crear un ambiente frío. Pero atención, que todo este tipo de bombillas cada vez se están volviendo más obsoletas, siendo reemplazadas por la tecnología Led.
Hoy en día, la mayor desventaja del LED es su precio. Aún así, si lo comparamos con las incandescentes, para iluminar lo mismo, con una incandescente necesitábamos 40W y con una LED 8W. Por lo cual a la larga termina siendo rentable. Además las puedes encontrar tanto de luz fría como de luz cálida.
Otro aspecto a tener en cuenta con las bombillas, son los tipos de rosca. Existen muchos tipos también pero, las más comunes para los que tenemos 220-240Vson la E14, comúnmente denominada rosca fina, y la E27, que viene a ser la rosca gorda de toda la vida.
- Temperatura de color
Independientemente de la bombilla, está la temperatura de color, que se mide en grados Kelvin (K). Según los grados que haya, tenemos luz cálida, luz neutra y luz fría. En principio, la luz fría no se recomienda en viviendas, se suele utilizar en espacios que requieren mucha iluminación, como pueden ser unas oficinas, ya que con ella vemos hasta un 30% mejor. El concepto de temperatura es para tener en cuenta pues mientras la luz cálida tiende a relajar, la fría estimula.
Hoy existen en el mercado bombillas LED, de luz cálida con los hilos vistos tal y como las antiguas bombillas incandescentes.
Los distintos materiales y colores que podemos encontrar tanto en el mobiliario como en la decoración pueden hacer que una misma temperatura de color se vea distinta según el espacio en el que nos encontremos.
Por último, solo quiero comentarles que no es lo mismo hacer una iluminación focal que una difusa, hay que diferenciar entre la iluminación técnica y la decorativa, pero sobre todo, hay que pensar en cómo distribuir los puntos de luz según la actividad (o no actividad) que se vaya a realizar. Pero esto ya lo veremos más adelante.
Nos vemos…