Hola, hoy me gustaría saber en¿en qué momento recurrirías a un arquitecto? Hago esta pregunta porque la percepción que tengo es que generalmente se piensan que los arquitectos hacemos solo grandes obras y somos muyyyy caros.

Es como si uno solo fuera al médico cuando tiene que entrar en quirófano, es de vida o muerte y no me queda más remedio que entregarme.  Escuchaste hablar de la medicina preventiva, aquella con la que puedo lograr que las consecuencias de un problema sean menores. Prevenir es la clave.

Cuántas veces te gustaría cambiar cosas en casa pero el miedo a los sobre-costos, a los tiempos de obra que se vuelven eternos con tanto imprevisto, hacen que te quedes como estás.

Te cuento, hoy por hoy, las formas de trabajo han ido cambiando significativamente. De ahí todas estas propuestas de deco-coach que pululan en las redes y tienen que ver con cambiar la mirada hacia el profesional.

Todos sabemos que nadie más que uno mismo puede tener claro qué es lo que más le gusta, lo que lo hace sentir más cómodo, más relajado. Cada uno de nosotros es único y nuestra casa es el escenario de nuestra historia, de nuestra cotidianidad. Quien no pensó en darle un lugar a es mueble de la abuela que nos trae tantos recuerdos, así conectarte con las cosas que te rodean no solo desde la función que cumplen sino también con las emociones que te provocan. Aunque no siempre es muy fácil detectarlo.

Para ayudarte en este proceso hoy te traigo una herramienta muy utilizada en el mundo del urbanismo y las grandes construcciones, que consta de cuatro pasos: detectar fortalezas, amenazas, oportunidades y debilidades que poseen cada uno de tus espacios. Esto te permitirá explorar lo que necesitás para vivir,  pero a partir de las emociones.

Decorar o remodelar, no es hacer un re-junte de cosas lindas o seguir modas, sino, a partir de conocerte un poquito, experimentar, poner en práctica y sentir cada rincón de tu hogar, concretar los cambios.
Ahora bien, ¿en qué consiste esta herramienta? Es un análisis cortito y al pie de:

• Fortalezas: eso que tanto te gusta de tu casa: tiene mucha luz, es de una sola planta o no, tiene techos altos, que se yo. Lo que más te gusta y te gustaría potenciar.
• Oportunidades: dale un nuevo uso a lo que ya tenés. Esa lámpara a la que con solo cambiarle la pantalla, cambio por completo, un mueble que le podes cambiar el color, un piso que podes pintar y ya es otro.
• Debilidades: esos puntos negativos que conviene conocer bien para poder disimular. Puede ser una mala orientación que provoca que casi no entre el sol, la cocina es muy chica o el living tiene mucho espacio de circulación.
• Amenazas: que te impide concretar tu proyecto. El dinero no alcanza, siempre es el primero, pero a veces hay pre conceptos como pensar que porque tenés chicos chicos nada se puede hacer o porque estas alquilando mejor, dejar todo así. Todo tiene una vuelta.

Todas las casas tienen cosas buenas y malas, muchas veces la diferencia esta en donde pones el foco.
Mi misión es ayudarte a sacar todo ese el potencial. Acompañarte de principio a fin de mostrarte el abanico de posibilidades que tienes a tu alcance. Me comunicaré contigo de forma clara y honesta porque respeto nuestra relación y la dignidad de mi profesión.
Me podes encontrar  en https://dibu-deco.com/
Nos vemos…