En casi todas las casas hay un momento caótico: cuando los chicos llegan del cole y empiezan a dejar todo tirado a su paso, en el finde, cuando llegas de trabajar y no hay un lugar para la cartera y el abrigo, hablamos de la ropa acumulada en las sillas, el pasillo lleno de zapatos y abrigos y así. Pero a ver, no será que nos está haciendo falta un lugarcito cómodo en donde momentáneamente podamos deja nuestras cosas, sin vivir en el caos.
¿Por qué guardar o mantener el orden se nos hace tan difícil?
Comencemos por observar que es lo primero que tendríamos que encontrarnos cuando llegamos: un perchero, sin lugar a dudas.
Eterno olvidado del mobiliario, este es el sitio perfecto para devolver al rey del hall al lugar que se merece. Ese lugar donde dejamos los abrigos, la cartera y algo más, por lo menos por un rato.
El perchero como hoy es conocido tiene una historia corta, aunque sus antecedentes vienen de muy atrás. El significado de perchero viene de la palabra percha. Actualmente la palabra percha se utiliza para designar objetos que sirven para colgar, sobre todo ropa, pero primitivamente no había armarios roperos y lo que se utilizaba para colgar y ordenar la ropa eran varas donde se colgaban las prendas en uno de los extremos. A medida que pasó el tiempo las perchas fueron evolucionando hasta llegar a lo que hoy conocemos.
Lo mismo sucedió con los percheros, hoy los encontramos en los más diversos materiales, diseños y estilos. Y si bien el ambiente ideal para ubicarlo es el vestíbulo o hall de acceso, si no tienes uno podes situarlos en el estar o en el living. Para seleccionar el más adecuado, hay que tener en cuenta el espacio del que se dispone. Si no hay mucho lugar, lo mejor será uno de pared; los de pie, en cambio, necesitan una esquina o rincón del ambiente elegido. Si el sitio es amplio, podemos incluir un mueble recibidor, con espejo y cajones.
En caso de optar por un perchero de pie, un aspecto importante es la estabilidad. Tiene que tener una buena base para que no se desequilibre y caiga con facilidad. Dentro de los que poseen patas, los más firmes son los de madera.
En cuanto a lo decorativo, el perchero debería ser del mismo material y estilo que poseen tus muebles. Los hay:
Thonet: el más tradicional. Posee patas y sus brazos son de líneas curvas y simples; puede incluir paragüero. Además de los ya clásicos de madera, están los de caña, hierro forjado y los de caño. Se los incorpora tanto en ambientes rústicos como en aquellos que están decorados con muebles de estilo.
El más original: ¿una versión distinta y artesanal? Una rama de árbol como eje y brazos también de ramas, pero más pequeñas. Es ideal para acompañar muebles de campo.
Minimalistas: son modelos actualizados, que dejaron de lado los formatos tradicionales y se han convertido en objetos de diseño. Poseen formas geométricas y líneas escuetas, generalmente con bases redondas.
De pared, con madera y metal: muchos están construidos con un listón de madera y soportes de hierro o bronce.
De campo: algunos sostienen los abrigos con herraduras. Hay otros que imitan las agarraderas de los carros. Son versátiles y se ubican también en entornos con decoración neutra, donde predominen los muebles de madera o hierro.
En cuanto a los percheros comerciales se tratan de una barra larga con apoyos al suelo en los extremos, este tipo de armarios colocan las prendas en paralelo y permite guardar una gran cantidad de ropa en un espacio relativamente pequeño, permitiendo ver todas las prendas al mismo tiempo, por eso son usados en comercios de ropa y para los armarios de las casas.
Espero que en esta variedad hayas encontrado el tuyo, sino, siempre puedes consultarme. Nos vemos…