Ante una rutina complicada, está bueno pensar en un refugio positivo donde la armonía y el equilibrio estén a la orden del día. Llegar a casa es más que eso, es llegar a tu hogar, tu refugio. ¡Tanto tu cuerpo como tu mente te lo agradecerán!
Aunque no le demos importancia, cualquier elemento de diseño con el que entremos en contacto a lo largo de nuestro día a día, está totalmente relacionado con las emociones que experimenta nuestro cerebro. Es lo que los expertos denominan decoración emocional. Una técnica milenaria que cada vez está cobrando más importancia y a la que comenzamos a ponerla en valor durante los periodos de confinamiento vividos a causa de la pandemia.
Pero ¿es posible que lo que nos rodea en cada rincón de nuestra vivienda nos afecte negativamente sin ser conocedores de ello? Muebles que ocupan demasiado espacio, colores que nos provocan sentimientos contradictorios, elementos cuya disposición no van en armonía y que acaban provocando estrés…
Lo primero que debemos hacer es averiguar dónde no nos sentimos a gusto, cuáles son los espacios más utilizados o cuáles nos gustaría utilizar más, analizar el orden de la casa, comprobar si existen objetos obsoletos, rotos o que no le damos ningún uso…
A la hora de transformar nuestra vivienda en un hogar, debemos incorporar aquello que realmente usemos y nos haga plenamente felices.
1-Crea micro-espacio destinado a actividades concretas
Por ejemplo, no siempre es posible tener una habitación extra para convertirla en oficina, pero sí puedes crear un rincón de trabajo, en el que no se practiquen otras actividades. De esta forma, facilitaremos la rutina y evitaremos tener que estar adaptando la habitación a lo largo del dia
- Introducir la naturaleza en tu vivienda
La forma más simple es acercar las plantas a aquellos ambientes en los que pasas más tiempo. Otra opción es dar cierto protagonismo a los muebles y objetos de madera, para mantener contacto con el mundo natural. Cuando nada de esto te resulta posible, consigue textiles con estampados florales o tropicales, incorpora detalles en color verde, azul y otros tonos que evoquen un ambiente salvaje.
- Deshacerse de lo que no sirve y reubicar lo que nos aporta
El orden, la limpieza y la ventilación son básicos. Cuando tenemos el espacio plagado de cosas que no nos aportan nada, o a las que no damos uso, nuestra mente se bloquea y nos impide avanzar. Este es el mejor momento para hacer limpieza a fondo y dejar solo lo imprescindible, permitiendo que la energía fluya. A partir de aquí, hay que establecer un orden riguroso con todos los objetos que van a permanecer en nuestro hogar. Es el momento de ir otorgando a cada cosa un lugar para que ese orden perdure en el tiempo.
Haz ajustes según tus necesidades y recuerda establecer prioridades. ¿Qué es lo que más te preocupa? ¿Y lo que puedes resolver primero? Tal vez solo hace falta un toque de color en las paredes para conectarte con la alegría o algunos objetos decorativos que te recuerdan momentos felices. Quizás te sentirías más cómodo distribuyendo mejor el espacio y deshaciéndote de lo que está de más, colocando muebles más funcionales en sitios estratégicos o creando un rincón donde relajarte y practicar ese hobby que tanto disfrutas.
En la decoración emocional no hay reglas, todo se trata de lo que te gusta y te hace bien. Así que tómala en cuenta y permítete vivir mejores experiencias en tu propio hogar.
Recuerda que tu casa es tu reflejo, y si tienes dudas para elegir materiales, colores o muebles podemos charlar, estoy para ayudarte. Con una reunión podrás validar ideas, tener respuestas y preguntarme en vivo y en directo lo que necesites. La sesión dura 90 minutos, envíame un wsp al 1567359907, me cuentas cuál es tu preocupación y concertamos un encuentro.
No lo dudes, llámame!
Nos vemos….