La bombilla incandescente, ese dispositivo que produce luz en los hogares desde 1879, por una directiva de la Unión Europea se ha dejado de fabricar desde el 2009.De esta forma se puso fin a uno de los inventos más útiles del siglo XIX, en favor de alternativas más eficientes y ecológicas como las lámparas halógenas y LED.
Lo que identifica a las fuentes de luz led es que carecen de filamento o de cualquier otro tipo de elemento o de material peligroso. Resisten mejor los golpes y no crean campos magnéticos altos ni emiten rayos UV, así que afectan menos al ser humano. Tampoco generan mucho calor, así que son ideales para lugares muy cálidos. Ayudan a reducir la contaminación ambiental.
Las luces LED se encienden al instante, y no requieren calentarse para alcanzar su máxima intensidad… Por su gran versatilidad –puedes integrar luces led en el interior de armarios y en pequeños espacios.
Otra ventaja es el bajo consumo energético. Alrededor de un 25% de la energía que se consume en un hogar va destinada a la iluminación y el led ofrece un ahorro de hasta un 85% de electricidad con respecto a las bombillas tradicionales y un 30% menos que las fluorescentes, nada mal.
Pero atención, no todas las fuentes de luz led iguales.
Existen distintos tipos de lámparas led. Están las SMD (surface-mount device) o las COB (chip on board). Debido a su construcción, las segundas poseen un rendimiento lumínico mayor y disipan mejor el calor, por lo general son las mas caras al momento de comprarlas.
En las casas y oficinas suelen existir dos tipos de sistemas de iluminación: halógenos o fluorescentes, y bombillas con rosca. Los halógenos son muy comunes en las luces del techo y paredes, espejos, armarios, etc. Tienen dos patillas que se insertan en el conector, y un transformador. Para sustituirlo por un halógeno LED puedes mantener el transformador y cambiar directamente el halógeno, o quitar el transformador y sustituirlo por un adaptador para halógeno LED.
En el caso de las bombillas de rosca, es tan sencillo como comprar una bombilla LED con la misma rosca.
Otro factor importante es el ángulo de apertura. Suele variar entre los 40 y los 160 grados, y se indica en la caja. Para luces de techo o lámparas, el ángulo debe ser grande.
En cuanto al color abren un universo nuevo. La posibilidad de utilizar leds de diferentes colores, e incluso cambiar el color de la luz mediante programación, genera un sinfín de posibilidades a la hora de iluminar una casa o un local comercial.
Según la bombilla LED, el color de la luz que produce puede ser:
- Blanco natural o neutral: un blanco sin matices, como la luz del día.
- Blanco cálido: una luz clara, cercana al amarillo.
- Blanco frío: luz blanca de tono azulado
- RBG: luces de colores que se pueden cambiar mediante una aplicación o mando.
Normalmente, la luz cálida se usa en zonas de descanso, y la fría en zonas de trabajo. Los LED fríos dan un poco más de luz que los cálidos, con los mismos vatios.
Si vas a iluminar un local comercial, también hay que tener en cuenta el Índice de Reproducción Cromática o CRI. Marca la intensidad de los colores al ser iluminados. Para una casa es suficiente con un CRI 70 u 80, pero para un local que expone productos, conviene optar por un CRI 90.
En resumen, ya próximos a comenzar el 2019 nos gobierna la tecnología LED, que nos da a elegir entre bombillas LED, tubos, focos, lámparas LED, plafones, tiras flexibles, etc. y a la vez poder seleccionar el color, la intensidad y la tonalidad (fría, neutra o cálida)… Así a simple vista, son tantas las opciones, es difícil tomar una decisión, sin morir en el intento.
Tanta diversidad, es la que hace recomendable recurrir al profesional adecuado a la hora de iluminar nuestros espacios, por eso comenzaremos a ver, en distintas post, algunos lineamientos generales para aplicar esta tecnología según la actividad o características del espacio.
Nos vemos…