En el mundo de hoy, sobre todo en las ciudades, las prisas y la tecnología nos hacen a veces olvidar en qué momento del año nos encontramos. Sin embargo, es esencial conectar con los ritmos de la naturaleza; percibir los cambios y los ciclos, sentir cómo se manifiestan el transcurrir de los días y noches y estaciones.
El otoño se asocia tradicionalmente a la melancolía. Nos retiramos del mundo exterior, física y psicológicamente, y nos volvemos hacia el interior. Pasamos menos tiempo al aire libre y estamos más en casa, dedicados a actividades menos energéticas que las del verano: leemos, conversamos y podemos volver a gozar del fuego del hogar.
Aunque todavía hay tardes que aprovechar y qué decir de una soleada mañana de un domingo…
Para ello es fundamental preparar el ambiente apropiado para pasar tiempo en nuestra terraza o balcón: retirar los elementos más veraniegos como reposeras o sillas playeras, recoger toldos, suavizar colores.
La iluminación
Otro detalle a tener en cuenta es que en otoño los días empiezan a acortarse y anochece antes. Vamos a contar con menos luz natural. La iluminación es muy importante a la hora de crear ambientes, por lo que buscaremos luz cálida que ayude a crear un entorno acogedor. Puedes aprovechar para crear centros o composiciones con velas, que aumentarán la sensación de calidez y permiten conseguir agradables contrastes de luces y sombras.
Protegerse de la lluvia
Pronto empezarán las lluvias, por lo que habrá que pensar en cubrir parte del espacio para protegerlo de la intemperie en general. Podemos optar por un toldo que proteja de algunas lluvias no muy frecuentes, o algo más importante como una pérgola vidriada.
Si el presupuesto y la previsión acompañan, nada como las terrazas «cabrío»: cerramiento de cristal y metal que se abren y se cierran con automatismos.
Los materiales: una elección fundamental
Es importante valorar qué materiales y acabados vamos a utilizar para aportar calidez a este espacio. Los acabados en madera, al igual que los muebles en madera, recogen mejor el calor y mantendrán una temperatura más agradable.
Para dar calidez a cualquier ambiente siempre debemos tener una palabra en la mente: textil. Una terraza o balcón donde los sofás, columpios y sillones se decoran con suaves mantitas y un sinfín de cojines es mucho más acogedora. Mantas, almohadones, alfombras, ellos darán el toque final.
Plantas de otoño
Podemos utilizar ciclámenes de tamaño normal o ciclámenes mini, dependiendo del espacio que tengamos. Otras opciones pueden ser las alegres y coloridas prímulas, que florecen con la llegada del frío o los crisantemos y la combinación de ambas.
Los pensamientos son otra de las especies más resistentes al mal tiempo, por lo que si reciben los cuidados adecuados decorarán el balcón con sus alegres colores a pesar del frío.
Y, por qué no, la hiedra. Una planta trepadora o colgante que prolifera con el frío y la humedad.
Atrás queda el lúdico paréntesis del verano y vuelve a comenzar el curso, la vida. El paso del verano ha ido secando el aire y, por eso, en otoño disfrutamos de cielos especialmente nítidos, de día y de noche.
A disfrutarlo!!! Nos vemos…