La limpieza de primavera es sinónimo de renovación. Según el feng shui, un hogar limpio significa energía pura y limpia, y éste tipo de energía son necesarios para mantener la felicidad, la salud y las buenas vibraciones en nuestro hogar.
El equinoccio de primavera es celebrado desde la antigüedad en diferentes culturas. El Sol nos alumbra con más fuerzas, representando la energía básica de nuestro Ser, la Luz, la conciencia del individuo y la capacidad creadora. Desde un punto de vista espiritual, marca el comienzo de una oportunidad para la reinvención. Este cambio estacional simboliza una transformación que se siente a nivel personal y colectivo.
Por aquí siempre decimos que tu casa es un reflejo de tu personalidad, con tus cambios vienen las ganas de renovarse, de rodearse de color y alegría. Es momento de ordenar y redecorar la casa.
Aquí te traigo algunas claves a tener en cuenta:
Empieza abriendo todas las ventanas para que se ventile la casa y vaya renovando bien el aire de todos los rincones. El aire se oxigena Se regula la humedad. Se reducen el polvo y los malos olores, que son arrastrados por la corriente de aire. Al abrir las ventanas permitimos que los rayos del sol calienten y desinfecten la casa. A medida que las temperaturas aumentan, el mejor momento para ventilar es por la noche, ya que además sirve para refrescar la casa. Unos 10 minutos diarios bastan para renovar el aire del ambiente. Los dormitorios se airean después de levantarse. No es mala idea abrir las ventanas unos minutos antes de dormir, incluso en invierno.
Y, hablando de aire, es el momento de revisar el equipo de aire acondicionado y cambiar o limpiar los filtros, antes de comenzar con la limpieza de fondo.
Mientras, aprovecha para planificar la limpieza por zonas. Empieza por las que no se limpian a diario, como las zonas más altas (armarios, estanterías, etc.): el polvo caerá y lo recogerás todo. En la medida de lo posible, emplea productos naturales. Vinagre, bicarbonato, sal y limón son imprescindibles para una limpieza ecológica.
Limpia los armarios y protege tu ropa. A medida que el calor se va instalando, es común que guardemos la ropa de invierno en estantes más altos y pongamos más a mano lo de verano. Este momento de cambio es ideal para limpiar a fondo los armarios. Si son de madera o lacados, pásales un paño bien escurrido con jabón neutro, aclara y sécalos bien. Coloca unos saquitos con lavanda que perfumarán y ahuyentarán los insectos.
Aprovecha la limpieza para hacer ‘limpieza’, para revisar qué tienes. Deshazte de todo aquello que ya no utilices y dónalo, regálalo o, si está en mal estado, deséchalo. Quédate solo con aquello que simboliza algo especial en tu vida, que te trae recuerdos especiales.
Deja entrar el color. Reemplaza los textiles de invierno por otros más ligeros y frescos, en algodón o lino y de colores claros y alegres, ramos silvestres y detalles aromáticos (velas, geles…) de fragancias frescas darán un aire primaveral a cada espacio.
No lo dudes, el modo más elegante para perfumar un ambiente es una vela. Eso sí, recuerda, necesitarás un tiempo para que el aroma se impregne en el espacio. Hay que ir lento, pero seguro.
Renueva las plantas. Las plantas, además de decorar, humedecen el ambiente, y algunas variedades –drácenas, potos y cintas, sobre todo– lo purifican. Aprovecha esta limpieza de primavera para retirar el polvo que se acumula sobre sus hojas, limpiándolas con un paño suave empapado en leche.
No lo olvides, ante cualquier duda puedes consultarme escribiéndome a [email protected] o por wsp 1167359907.
Nos vemos…