El encanto clásico del ambiente iluminado por velas, puedes usar el blanco como base y luces cálidas, que van de diez con esa atmósfera tan acogedora que genera la iluminación con velas.
Hecho de pequeños tarros de vidrio o latas viejas, el candelabro da un toque a las velas. Es fácil de encontrar, crear y almacenar. Pero sobre todo, este objeto decorativo es un creador de ambientes diversos y variados que se adaptará a todos los eventos: cenas con amigos o amantes, celebraciones familiares y desde luego tiempos de Navidad y Año Nuevo.
Si lo vas a usar como centro de mesa, recuerda siempre poner las velas en el congelador una media hora antes de encenderlas, duran más. Y para que no derramen cera, echa un poco de sal alrededor de la mecha.
Hoy te invito a redescubrir múltiples maneras de crear candelabros, desde el gran clásico decorativo hasta el romántico, hecho desde cero, ese que podemos reinventar para nuestro mayor placer.
Primero viene el famoso candelero creado a partir de un frasco de yogurt, es probablemente el más clásico de todos. Lo puedes decorar con una pequeña cuerda donde arreglas unas cuantas ramas de hierba, fácilmente toma otra dimensión.
Con papel tenemos muchísimas opciones desde un papel blanco, cortado de forma original, creando distintas estéticas para la vela y dando luces muy originales.
Con un buen corte y un bonito papel, que hará la mayor parte del trabajo. Crea una representación súper linda, que sugiere luz de todos los colores en la habitación. Encendido o apagado, estas velas son hermosas.
¿Quieres pasar una noche leyendo en una pequeña burbuja de buen gusto? Estos frascos forrados con papeles antiguos o partituras musicales: crean un ambiente literario y artístico, para una noche con libros, música y, por qué no, una buena copa de champagne.
Forrando un frasco o una lata con corteza de árbol, creamos unas portas velas delicadas y románticas. Atención, no parece ser el bricolaje fácil de realizar. Pero el esfuerzo lo vale.
Una opción más sencilla la brinda un simple paseo por la plaza, donde podemos cosechar algunas ramitas que serán suficientes para pegarse a un gran vaso de whisky y para crear una vela llena de encanto y autenticidad.
También lo podemos crear con frascos rodeados de bandas de goma y pintado con los colores de nuestra elección. Una vez seco, simplemente retiramos los elásticos para obtener una vela totalmente original y de diseño.
Si preferimos latas, podemos pintarlas y perforarlas. Por supuesto, el encanto reside en las creativas formas que damos a las perforaciones. La representación de la luz de las velas será aún más sorprendente.
Volviendo a los frascos de vidrio, que tal si los forramos con esos mantelitos calados de cotillón o con diferentes tipos de encajes. Crearemos un ambiente romántico y vintaje, con sugestivos efectos de luz.
También podemos utilizar hojas que dejamos secar y simplemente las pegamos sobre el vidrio, aportarán un toque de color.
Finalmente están las clásicas con doble frasco y muchos corchos, con broches de la ropa formando una cerca por fuera del tarro, sencillos y muy fáciles de hacer.
Nos vemos…