Una pandemia sin cura llegó de manera inesperada y obligó a todos a tomar medidas como el asilamiento forzoso y el distanciamiento físico. Se acabaron las salidas fuera de casa y quedaron en el olvido los gestos y los abrazos. Necesitamos aire libre y esparcimiento.
Esta es una de las primeras necesidades después de tantos días de encierro. Necesitamos ver más verde.
Re-inventamos prácticas cotidianas, como por ejemplo: cocinar y alimentarnos. Comenzamos a interesarnos el origen de los alimentos que consumimos y de qué manera son tratados antes de llegar a la mesa. Algo que en la rutina de todos los días pasaba, casi, inadvertido.
Existen una gran cantidad de alimentos que se pueden sembrar desde casa sin la necesidad de tener espacio y menos que menos, conocimientos en jardinería. Ya sea por una cuestión de economía del hogar, para pasar el tiempo en familia o por saber el origen de parte de lo que comemos, tomamos contacto con la huerta casera.
Hoy veremos un par de claves para lograrlo:
- Ubicación:
Un balcón/galería, terraza o patio pueden ser aptos. No necesitamos mucho espacio
- Necesitamos luz. Necesitamos encontrar un espacio con la mayor y continua exposición al sol.
- La orientación: hay especies que prefieren sol de tarde, otras no.
- Necesidad de agua. Acceso sencillo a una toma de agua. Ya sea para regar directamente o conectar el sistema de riego y goteo.
2.- Herramientas necesito para trabajar la huerta
Esto depende mucho de la economía y la maña de cada usuario. Las más usuales son:
- Azadilla de horquilla o escardillo. Sirve para cavar, remover la tierra, romper los terrones, etc.
- Podremos abrir agujeros para plantar semillas y plantones.
- Rastrillo de mango. Prácticamente sirve para todo, principalmente arrastrar restos vegetales.
- Tachos y guantes. Los tachos son muy útiles para trasplantar y mover tierra de un lugar a otro. Protegernos las manos siempre va bien, y los guantes son la mejor opción para los huertos familiares.
3.- Recipientes óptimos:
Los más comunes que podemos encontrar para nuestro pequeño huerto son:
- Macetas: La mayoría, ya las hacen directamente de plástico de PVC o bioplástico y con múltiples tamaños y formas. ¡Son los recipientes más baratos!
Hay modelos que llevan un pequeño depósito de reserva de agua que suministra el riego a las plantas por capilaridad. Son muy útiles si somos unos despistados o nos vamos de vacaciones.
- Cajones de cultivo: Suelen ser de madera y están tratados para soportar condiciones climatológicas al aire libre. Las encontramos con forma cuadrada o rectangular y de diferentes tamaños.
Lleva un recubrimiento interior de geotextil para preservar la madera y contener la tierra manteniendo la humedad.
- Recipientes verticales: Para sacar todo el partido posible al espacio que tenemos destinado al cultivo también existen estructuras verticales dónde podemos crear mini-huertos que se instalan en las paredes o son autoportantes.
4.- El sustrato:
En la huerta orgánica necesitaremos una tierra fértil, con nutrientes, mullida y con capacidad para retener el agua. Se recomienda 1 parte de tierra negra, 3 partes de abono orgánico maduro y una parte de arena gruesa.
5.-Que puedo plantar en estas mini huertas:
Casi todas las especies son aptas para cultivar, sin embargo, las más recomendables son:
Berenjenas, pimientos, zanahorias, tomates y verduras de hoja como la lechuga, perejil, albahaca, rúcula.
Plantas aromáticas (albahaca, tomillo, orégano, romero, perejil, etc.) son ideales para plantar en macetas, y resultan indispensables en cualquier cocina. Debido a su aroma intenso, alejan a los insectos que atacan a las plantas con más frecuencia. No requieren de gran cuidado, y crecen con facilidad.
RECUERDA, PRIMER HUERTO, CULTIVOS SENCILLOS!
Nos vemos…