Hoy analizaremos cuales son las claves determinantes para elegir una buena cama, un buen colchón y un confortable juego de sábanas.
Sin lugar a dudas la cama es la principal protagonista del dormitorio. Lo ideal es que haya suficiente espacio a cada lado para poder circular libremente, para colocar una mesita de noche o una alfombra. Es necesario que a los lados haya una corriente natural de aire. Por esto, antes de elegir una, observa el espacio que tienes y no metas en una habitación pequeña una cama con una estructura enorme o un cabecero de dimensiones desorbitadas. Elije algo ligero y estructurado, de manera que no quites más espacio del necesario. Considera que generalmente, los colchones de 1 plaza miden 80 x 190 cm, una plaza y media: 90 x 190 cm o 100 x 190 cm, conocida también como Twin. En cuanto a colchones de dos plazas, está el clásico es de 140 x 190 cm o 150 x 190 cm, conocido como Queen Size y 160 x 200 cm. Y finalmente los de dos plazas y media: 180 x 200 cm o 200 x 200 cm, conocida también como King Size.
Están las camas con elástico de madera y los “somiers” que tienen estructuras separadas con una base resistente que sostiene un colchón con resortes.
Si optas por la cama con elástico de madera debes revisar que las tablas no estén colocadas a más de 4 pulgadas (10 cm) una de la otra, para que el colchón tenga soporte suficiente. Si careces de espacio hay modelos de cama que permiten tener cajones de bajo, aumentando considerablemente el espacio de guardado.
Aquellos que disfrutan durmiendo en una cama más mullida, se decidirán por el “somier” que no es tan firme como el otro tipo de cama. Las personas que los prefieren argumentan que, además, son menos ruidosos y brindan una mayor suspensión a pesar de ser más blandos. Si necesitas espacio para guardar, esta opción no es para ti porque queda muy poco espacio debajo.
La cama, es nuestro nido de descanso e intimidad, una mala elección nos puede dar a largo plazo problemas de espalda y tensiones. El próximo paso es poner atención en la elección del colchón.
Existen tres opciones principales: blando, duro o muy duro. Un colchón demasiado blando es igual de malo para la espalda que uno muy duro. EL blando no sostiene fuertemente el cuerpo y provoca constantes movimientos durante el sueño y el duro podría causar rigideces en el cuerpo.
Hay que probar cual es muy duro o no para ti.
Comprar un juego de sábanas parece una de las tareas más sencillas a las que te puedes enfrentar. No obstante, existe un amplio mundo en el cual podemos elegir una gran variedad de factores, que harán del juego de sábanas nuestro aliado perfecto para el descanso.
Uno de los factores más importantes es con qué material está fabricada la sábana y que ventajas tiene cada uno de ellos.
Algodón 100%: estas sábanas se destacan por estar fabricadas por un material completamente natural, lo que ayuda a combatir la aparición de alergias, además este tipo de composición también se puede encontrar en otros tipos de cubrecama, como las fundas nórdicas.
La mejor calidad (y más cara) es 100% egipcio, que tiene fibras extra-largo que producen sábanas suntuosas, pero extremadamente duraderas.
Algodón Pima o Supima: Es un material de fibras medias a extra-largas discontinuas, conocido por su suavidad y brillo, y es un poco más asequible que el algodón egipcio.
Lino: Ideal para los climas cálidos, las sábanas de lino son algunas de las más caras, pero te durarán décadas.
Sintético o micro fibra o poliéster: Económico y resistente a las arrugas.
Es hora de ponerse manos a la obra y elegir correctamente ese equipo que te permitirá tener un descanso tan merecido y necesario, ¡y en las mejores condiciones! Nos vemos…