Pronto llegará la primavera por este lado del Ecuador, con ella los días mas largos y sube la temperatura. Llenar de luz natural los ambientes puede convertirse en un sofoco, que tal si empezamos a pensar en colocar cortinas. Provocaras un cambio en el ambiente que solo lo puedes apreciar cuando lo has hecho, la sensación que el espacio te brinda es otra, totalmente diferente. Por esto, hoy te traigo un par de claves para que puedas elegir tela, color y medidas, sin margen de error.
CONSEJO #1
Cuál es la medida correcta para fijarnos en el ancho de las cortinas. Para que tanto recogidas como desplegadas, las cortinas formen esas ondas que quedan tan bien, considera que tienen que medir el doble (o más) de lo que ocupa la ventana en cuestión. Si te resulta excesivamente costoso, imagina que como mínimo debes sumarle a cada lado de la ventana entre 15 y 20 cm más.
CONSEJO #2
En cuanto a la altura, lo ideal es que las cortinas fueran desde el techo, a veces se logra, cuando hay cortineros de obra. Es decir, huecos realizados entre la pared y el cielorraso, que ocultan el sistema de carril o las barras de las cortinas, logrando que queden mucho más integradas en el ambiente.
Debemos admitir que esta situación es muy difícil de encontrar, así que debemos siempre calcular en el largo unos 20 cm por encima del marco de la ventana, como para ubicar el barral o riel del que cuelga la cortina.
Lo que sí es indispensable, es que deben llegar a rozar el suelo. Y para que nuestra tela tenga una caída bonita, ten en cuenta el dobladillo (aproximadamente 30 cm), lo que otorgará peso y alisará el tejido dependiendo del tipo que escojamos. Pero también puedes optar por unas cortinas extra largas. Son aquellas que tienen tanta caída que llegan a acumular tela sobre el suelo.
CONSEJO #3
Elegir la forma de colgarla tendrá que ver con la forma de la carpintería, como abre, también que etilo decorativo tiene el ambiente, no necesariamente todos los ambientes de la casa deben tener el mismo sistema. Por lo general, se toma cada ambiente como una unidad decorativa autónoma.
Cuáles son estos sistemas:
– Barral: es el más tradicional. Puede ser de madera o metálico. Por lo general el barral debe medir al menos 20 o 30 centímetros de más a ambos lados de la ventana, para que cuando recojas las cortinas, ocupen espacio de la pared y la habitación pueda recibir el máximo de luz. El barral queda a la vista y la cortina cuelga atreves de argollas del mismo material del barral. Según el material que domina la decoración de tu casa, optarás por uno u otro.
– Rieles: la otra variante tradicional que fue perdiendo uso a medida que dejo de aparecer el tapa-rollo de la cortina exterior. Puede ser plástico o metálico y suelen contar con unas varillas para enganchar las cortinas y correrlas.
– Visillos: esta opción solía usarse en puertas antiguas, en general, carpinterías de madera que tienen vidrio repartido. Este tipo de cortinas quedan fijas, y se colocan para dejar pasar la luz pero evitar que se vea desde el otro lado, sea la calle u otro ambiente de la casa.
– Roller: son aquellas que se enrollan y se desenrollan mediante una cadena. Suelen ser géneros rígidos, que mantienen la tela sin arrugas. Son más recomendables para puertas corredizas y tenes que calcular un espacio por encima del marco para que quede el rollo.
– Romanas: quedan por arriba de la carpintería, como las roller. Estas no se enrollan, se trata de paneles de tela que se pliegan de manera vertical.
– Paneles orientales: estéticamente, también suelen ser en géneros rígidos, semejante al de los rollers. En lugar de enrollarse para arriba, se corren para un costado, en bloque. No son las que vas a ver más comúnmente, porque actúan a modo de puerta corrediza.
– Tensores: ideal para cortinas no muy pesadas, le aportan al ambiente una onda bien moderna. La tela se sostiene y se corre mediante un cable de acero tensado.
CONSEJO #4
El color blanco en las paredes es perfecto para potenciar la luz de un espacio, y para los visillos es ideal para filtrar la luz lo suficiente como para conseguir un interior iluminado y relajado. También puedes escoger otros tonos claros, como el beige dependiendo de la decoración.
Para el dormitorio, las cortinas opacas son perfectas, eso sí, siempre es recomendable tener doble capa para adaptarse según el momento del día. La pesada y opaca la podes combinar con algún algodón, lino o gasa, de colores claros.
Tanto si elegís el tipo de cortinas que se enrollan o las que se corren para los costados, tené en cuenta las necesidades del ambiente: grado de luminosidad, que privacidad necesita, etc.
En este sentido, hay telas semi-opacas que sirven para mantener la luz natural y lograr privacidad en el ambiente, como son la gasa rústica, voile de lino, o alguna de las opciones de linos livianos.
En el caso de querer oscuridad, la tela adecuada es black out, tanto para cortinas tipo barral como para las de estilo Roller. Hay black out simples, que no aportan mucho decorativamente, pero también ahora existen también texturas, colores y hasta dibujos que además de cumplir con la función, agregan calidez y belleza.
Para frenar el paso de la luz pero mantener un ambiente bien luminoso, puede ser un lino rústico o tratado, o tussor de un color claro.
CONSEJO #5
Importante: si quieres añadir color… ¡escoge un diseño liso! A no ser que te guste recargar el ambiente, opta por el menos es más. Es muy fácil no acertar con los estampados y acabar dando un toque no deseado a la decoración.
Por hoy van estos tips a la hora de pensar en cortinas. Recuerda que si necesitas mi ayuda me puedes encontrar en www.dibu-deco.com.
Nos vemos…..