En este campo las mujeres me parece que ganamos de lejos. Es que necesitamos mas variedades. Zapatillas, tacos altos, botas, borcegos, bailarinas, sandalias: cada uno nos resulta imprescindible. Todos sabemos que el calzado es una pasión inevitable para muchísima gente, pero, también, que ocupan mucho lugar y que tenemos que ajustarnos a la tiranía del espacio.

Lo primero: cuantos pares tengo. Ten en cuenta que un par ocupa unos 22 cm de ancho.

Una vez tienes claro cuántos pares vas a guardar, lo que debes analizar es: tu armario, zona de estantes/cajones o zapatero  y verificar que se adapten  a ello. ¡Presta atención! Debes planificar huecos distintos (porque no ocupan lo mismo unas sandalias que unos botines) y prever algún hueco de más para tus nuevas adquisiciones (que llegarán).

Comencemos a guardar:

• La clásica: uno atrás, uno adelante. Colocar los zapatos de esta forma es ideal para quienes tienen estantes o repisas. Permite ver qué tipo de zapato es y cuál es la forma de su taco en una sola mirada. Pero no es apto para botas altas.

• Armarios laterales extraíbles: Si tenemos armarios muy profundos, es muy práctico crear una estantería extraíble. Así evitamos, que la profundidad del estante, nos impida ver bien los zapatos que están más atrás.

• En cajas con fotos o frente transparente: especialmente si no tenemos estantes o un lugar del ropero destinado a ellos. Esta técnica ayuda a mantener nuestro calzado en buenas condiciones. El frente de la caja con la foto o transparente es una forma de simplificar la tarea de buscar.

• En perchas: si tenemos muchos barrales disponibles pero ningún estante o espacio libre, ésta es la opción ideal. Podemos conseguir perchas especiales para zapatos y exhibirlos sin usar demasiado lugar.

• Podés usar perchas para polleras para organizar las botas y que conserven su forma.

También puedes colgarlos a través de unos estantes de tela, a modo de casillero que se cuelgan de cualquier                     barra de armario. Se trata de estantes plegables, así que si no los necesitas, puedes guardarlos fácilmente.

• Abajo de la cama: hay modelos que vienen con cajones, que podemos adaptar para nuestros zapatos. Existen organizadores de zapatos diseñados para poner debajo de la cama de manera ordenada y prolija. Otra opción para quienes no tienen sommier y tienen más espacio debajo de la cama es un cajón plástico con rueditas. Por lo general, no tienen divisiones pero son perfectos para atesorar botas.

• Estantes a la vista: Permitido solo en vestidores o si nuestros zapatos son una maravilla y están extra limpios y en un estado impecable.

• Colgados: siguiendo con la tendencia de dejar a la vista nuestro zapatos, sobre todo si son dignos de admirar y con altos y finos tacos. Aunque también es una opción detrás de una puerta, incluso del lado interno de la puerta de un mueble.

• Muebles zapateros: La idea no es muy original, pero ocupan poco espacio y suelen combinar bien en cualquier lugar y casi con cualquier estilo. Encontramos en el mercado mucha variedad con diferentes materiales, distintos colores y varios tamaños según el espacio del que dispongamos. Eso sí, olvidémonos de guardar botas en ellos.

• Zapateros DIY: siempre tengo un rinconcito para los diy, me encantan y son los tips más originales. No hay limites.

  

Una propuesta son los tubos de PVC cortados, creando tantos trozos como zapatos tenga que almacenar.                        Podrás personalizarlos una vez lijados con pintura y/o papel pintado. Otra son cartones duros formando un                     tetris, guardo zapatos en espacios triangulares. En madera, estantes giratorios y apilables.

 

Nos vemos…