En la adolescencia se producen grandes cambios. Es pasar de la niñez a la vida adulta.
Los adolescentes están en una edad en la que buscan su propia identidad, y tienen que reflejarla en la decoración. Pueden encontrarla en muebles actuales con toques DIY: con sus colores favoritos, papel pintado, flores y luces… Ellos deciden. Es importante respetar sus gustos, la decoración que más le guste en su habitación, aunque no tenga nada que ver con el resto de la casa.
Es muy importante que tu hijo tenga un espacio, su lugar en el hogar, su refugio. En este espacio, podrá sentirse libre, llorar, reír, estar con sus amigos, disfrutar de su recién descubierta sexualidad, etc.
Es difícil, pero se trata de abrir horizontes y dejarlos decidir. Por ejemplo se pueden marcar áreas, rincones de la habitación donde puedan realizar sus aficiones ya sea la música, la pintura, la lectura… De esta manera su dormitorio será también un templo de creatividad y desconexión.
Llego la hora de abandonar los cuadros con dibujitos y los posters de superhéroes. Que ellos decoren sus paredes con fotografías de sus amigos, de sus viajes o incluso con dibujos que hayan hecho ellos mismos colocadas en un corcho en la pared o en una moderna rejilla de metal.
Crea un fondo neutro, paredes en blanco o beige, es un clásico que está siempre de moda. Esto permitirá que ellos carguen con los complementos de los colores que se le ocurran, sin que se produzcan fuertes choques visuales.
La cama compacta se ha convertido en la opción estrella de los últimos años ya que te permite contar con una o dos camas más bajo la cama principal. Son un elemento básico en las habitaciones juveniles para que inviten a sus amigos a una fiesta pijama. También puedes sustituir alguna de ellas por una fila de cajones grandes. Esto la convierte en la cama perfecta tanto para solucionar imprevistos como para contar con un espacio de almacenaje extra. Buenísimo si ya la tienes, pero eso sí, renuévala pintándola con un color más oscuro o con nueva ropa de cama (y eliminando los peluches).
Los adolescentes ya son mayores para un escritorio infantil, por el volumen de deberes que tienen, así que adáptalo para que parezca el despacho de una persona mayor pero sin perder la frescura de su edad. Hoy, más que nunca, en medio de esta pandemia, los chicos necesitan una mesa, un rincón propio para hacer su tarea. Al suspenderse las clases presenciales, la casa ha pasado a ser como una segunda escuela.
Una mesa amplia, una silla con la altura adecuada, una buena iluminación, así como estanterías y cajones para su material, son los elementos básicos que todos los niños deberían tener para crear el entorno adecuado para su estudio.
Proveerlos de estantes y accesorios de escritorio para que compartimenten los bolígrafos, la calculadora, las gomas… no es algo menor. Así, aprenderán a ordenar su material escolar y lo tendrán todo a mano para hacer los deberes.
Lo más recomendable es que la zona de estudio y descanso estén separadas, esto no implica que sean dos habitaciones separadas. A veces una simple estantería nos ayuda con la zonificación.
Otras contamos con techos altos, esto nos permite pensar en generar pequeños rincones con otras características.
Lo que ocurre es que, generalmente, el espacio no es lo suficientemente generoso como para crear un cuarto de estudio separado, aunque en la misma habitación. Muchas veces no queda otra que apostar por soluciones flexibles, como este escritorio que se oculta y aparece con un simple movimiento.
Tu hijo aprenderá a ordenar ropa y calzado si le facilitas las herramientas necesarias. En este sentido, un armario dividido en zonas, en el que claramente se distinga que cada cosa tiene su sitio, puede ayudar. Que guardar sea súper fácil. No los tortures tratando que doblen la ropa a lo konmarie, existen en el mercado infinidad de sistemas de perchas y considérate la madre más feliz del mundo si las usan.
Percheros, amplios cajones, placard con puerta suelen ser la solución.
Recuerda que estoy para ayudarte con cualquiera de estos dilemas. Nos vemos…
