Las plantas son el perfecto aliado de la decoración, pero el verano se convierte en una estación un tanto complicada para ellas. El calor y el sol intenso las someten a unas duras exigencias.
Hoy te traigo un par de tips que, espero, te ayuden a cuidarlas:
1-Cambialas de ubicación, pero no de maceta
Si están en el interior búscales una ubicación lejos de la ventana. Aprovecha un día que llueva para sacarlas afuera. La lluvia limpia sus hojas, las oxigena y les ayuda a respirar mejor.
Peor presta atención, durante el verano la gran mayoría de plantas están en pleno crecimiento y no se las debe molestar con cambios de contenedor innecesarios, en particular las plantas de flor.
Ese gesto es más perjudicial que beneficioso, dado que al hacerlo el ejemplar puede dejar de florecer y perder los brotes que posea.
2-Riego más abundante y el riego cuando te ausentas en vacaciones.
Si vas a estar fuera, piensa cómo vas a regar tus plantas durante esos días.
Existen varios sistemas:
Están las macetas de autorriego o riego automático o inteligente que, en realidad, no se riegan por sí mismas estrictamente, sino que disponen de un depósito de almacenamiento de agua, el cual habrá que rellenar, y que suministra al suelo de la planta el agua que necesita por capilaridad. Este sistema proporciona una fuente constante de agua a las plantas y, por lo tanto, hace que el sustrato permanezca siempre húmedo.
Este tipo de macetas también pueden ser una fantástica solución para mantener tus plantas de interior más saludables. Están especialmente recomendadas para utilizar con plantas tropicales (Spathiphyllum, Potos, Anturio…), algunas hierbas (perejil, albahaca…) y otros vegetales (tomates cherry, etc). Sin embargo, no serán buena opción para plantas que necesiten que el sustrato se seque entre riegos, como los cactus y suculentas.
Otra opción, bastante simple, son los conos de cerámica. Aquí también el riego es por capilaridad. El agua llega a la planta: recipiente-manguera-cono-cerámica o se les acopla una botella de agua y van empapando la tierra gota a gota.
3-Claves para mejorar el suelo
El verano es una buena estación para mejorar el suelo del jardín de cara a las nuevas plantaciones que se realizarán al final de temporada. Trata de enriquecer el sustrato con compost, un abono orgánico repleto de nutrientes. En el mercado existen un sinfín de abonos formulados para cada tipo de planta, así por ejemplo las plantas de flor tienen uno determinado, las plantas verdes el suyo, lo mismo sucede para geranios, bulbos, rosales, etc.
Ten en cuenta que siempre se puede abonar con más frecuencia, pero en menor cantidad. Un exceso de fertilizante es difícil de reparar, siempre será más fácil añadir un poco más si la planta no crece o la floración es pobre.
Si acostumbras alimentar a las plantas con los restos del café o té, cáscaras de huevo, el agua de cocer verduras, o cualquier otro tipo de abono natural, rebaja la dosis de abono químico.
Es recomendable extender sobre el suelo de las plantas una capa de unos 3 o 4 cm de grosor para mantener el sustrato más fresco y proteger las raíces del calor.
4-Controla las plagas
La aparición de las temidas plagas también es algo típico de la época estival, impulsadas por el calor, la humedad o bien por la falta de la misma.
Existen los plaguicidas industriales y los caseros. Los primeros son más rápidos, pero dejan residuos tóxicos. Los segundos son más amigables, pero deben aplicarse con mayor regularidad, una vez por semana. Pude ser una lata con cerveza o rociar con las cenizas de la madera que quemamos para hacer asado.
Nos vemos…