Cómo ahorrar en calefacción y energía en la casa

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Con la llegada de los primeros fríos, la factura de la calefacción sube de manera incontrolable. Una casa bien aislada, ahorra un montón de dinero e incomodidad, se mantiene cálida en invierno y fresca en verano.  La arquitectura bioclimática es un método de construcción que busca el confort térmico de tu casa aprovechando las condiciones climáticas (la orientación, el viento, la vegetación, la luz solar…) para poder reducir el gasto energético y el impacto ambiental.

Una vivienda media con un buen aislamiento térmico pasaría de un consumo de 15.000 Kw/h a 9.500 Kw/h (se reduciría en un 40%); si hablamos ya de casos particulares, la posibilidad está en una reducción de entre un 15% y un 60%.

Lo primero que hay que hacer, son una serie de estudios sobre tu casa o departamento, tratando de localizar las carencias que tiene y de aportar las soluciones que faciliten un consumo energético responsable.

Por donde podemos empezar:

1- Burletes en puertas y ventanas para sellar marcos

A veces, basta con sellar puntos débiles por los que se escapa el calor, para mejorar considerablemente el aislamiento. Hay que fijarse en los marcos de las puertas y las ventanas; si están mal ajustadas, durante el invierno habrá fugas de aire caliente y el ambiente será frío aunque la calefacción esté al máximo. En los centros de bricolaje y las ferreterías se puede encontrar gran variedad de burletes que sirven para rellenar los resquicios entre las hojas y los marcos. Para las ventanas, los mejores  burletes son los de caucho, aunque más caros que los de espuma.

Visto en Hi-Tech

2-Doble cristal y rotura de puente térmico contra la condensación

El efecto de condensación en el interior de los cristales se debe a la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior. Esta diferencia hace que el agua se condense en la parte interna de las superficies en forma de gotas.  La manera más eficaz de evitar este desagradable efecto es instalar ventanas con doble acristalamiento y marcos con rotura de puente térmico (contienen un material aislante entre las parles interna y externa del marco). Aunque son más caras que las normales, estas ventanas garantizan la desaparición de las condensaciones y mejoran considerablemente el aislamiento de la vivienda, permitiendo un ahorro que está en el 40%.

3-Crea barreras naturales:

Coloca plantas tipo arbusto en las ventanas, incluso instala un jardín vertical en las paredes de tu balcón. Con estos recursos evitaras que el viento y las temperaturas extremas afecten el interior de tu vivienda.

4-Aisla los muros:

Paredes y muros deben estar perfectamente aislados, ya que reducen el consumo de energía un 40%. Comprueba si tus paredes tienen cámara de aire y aislante, en caso contrario, puedes cubrir las paredes con planchas de madera o lana de vidrio con componentes de aluminio, este último debe estar correctamente aislado del ambiente. Generalmente, se fijan con grapas o sobre unos rieles que luego se cubren con planchas de durlock, evitando que las láminas de fibra de vidrio sean alteradas y liberen pequeñas fibras y partículas en el aire, con efectos tóxicos.

Visto en Sistema Durlock

5- Control de techos:

Chequear el estado de las tejas, la membrana, identificar fisuras o cualquier imperfección que pueda generar goteras o filtraciones mucho más complejas de reparar en los meses de invierno.

Si la aislación de tu cubierta es deficitaria puedes mejorarla con:

  • Pintura fibrada: Se trata de un revestimiento de alta prestación capaz de reducir notablemente la temperatura de un techo de chapa o de una losa con membrana. Con un espesor de capa de tan solo 0,25 mm, la pintura bloquea el calor en sus tres formas de transferencia (radiación, conducción y convección), logrando bajar unos 30 grados la temperatura de una cubierta metálica.
  • El producto se aplica directamente sobre la chapa o membrana aluminizada con rodillo o pincel.
  • Azotea verde: Transformar una azotea en una terraza verde mejorará su capacidad aislante. En este caso, se debe verificar que la carga que se agregue al techo no exceda la admisible, y revisar la aislación hidrófuga. Hay que considerar una inversión importante para reforzar la aislación con membrana geotextil y preparar el sustrato con tierra y grava.
  • Techos de teja o chapa: Cuando están armados de modo tradicional con machimbre a la vista, se puede colocar un rollo de lana de vidrio entre los cabios. La tarea es sencilla porque el ancho del rollo está pensado según la separación habitual que se deja entre tirantes. Como terminación, se puede armar un cielo raso de placas de yeso copiando la pendiente de la cubierta.
  • Cubiertas sin pendiente: Desde el interior del ambiente se puede sumar planchas de lana de vidrio de 70 mm, para luego armar un cielo raso aplicado en seco. Esta solución se puede mejorar aún más, armando una cámara de aire entre la cara interna de la losa y el aislante.
Visto en La Cuarta Y Patagonia Steel

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