En toda vivienda siempre tenemos zonas de circulación y áreas más estancas. La circulación está muy condicionada por las necesidades puntuales de sus usuarios y la forma de la casa o departamento.
Para cada interior y para cada estilo de vida hay una circulación perfecta. Cada uno debería poder definir la suya, con sus limitaciones y necesidades, sacando el máximo partido de la vivienda y maximizando su espacio habitable.
La optimización de los espacios de circulación se realiza siempre considerando, en primer término, la forma y funciones del espacio, ya que esto revelará las vías más lógicas de movimiento de sus habitantes. Por ejemplo, como llego de la puerta de calle a la cocina, determina un espacio de circulación, que puede o no estar integrado a otro ambiente, pero tiene que estar y necesita determinado ancho, libre de obstáculos. Esto nos lleva a pensar que es necesario establecer una jerarquía: ¿Cuáles son las zonas de paso más utilizadas por toda la familia? ¿Cuáles son las áreas en las que realmente me puedo centrar y liberar? Este análisis nos dará un primer ángulo de ataque al momento de optimizar estos metros cuadrados.
Si la casa no tiene una distribución coherente, las áreas de uso se dispondrán de manera caótica, dando lugar a un funcionamiento poco práctico. Por ejemplo, no parece normal que el baño general esté frente a la puerta de entrada, ni que la cocina se ubique en el área de dormitorios. Por intimidad, sí, pero también por ruidos y olores.
Resulta muy útil dividir la casa en zonas de día –más sociales y abiertas– y áreas de noche, de carácter más privado.
Si la casa es pequeña, la proximidad entre zonas de día y de noche está servida. Una idea es distribuir en un extremo la zona de día y en el otro, los dormitorios. Otra solución es elegir un lateral para cada función, con un eje de circulación que las separe.
A veces, solo se requiere cambiar muebles de lugar, otras sustituirlos por otros más pequeños o directamente eliminarlos.
Un tipo de muebles que ayudan mucho son los que reúnen en sí mismo múltiples funciones y, así, facilitar la circulación. El ejemplo más clásico es, sin duda, el sofá-cama, pero hoy en día puedes encontrar o mandar hacer un estudio/biblioteca o una escalera-vestidor.
Esta tendencia, también se puede aplicar a las paredes del departamento, que pueden ser relegadas en función de las necesidades de cada día. Tal es el concepto de paneles corredizos que permiten aislar ciertos espacios pudiendo, en su lugar, dar paso a una mayor libertad de movimiento.
Para ir más lejos, también podemos dar prioridad total al espacio y el movimiento mediante la eliminación de paredes.
Pero ¡cuidado! Esta liberación de espacio no debería impedir reflexionar sobre la circulación en una gran espacio abierto.
Un caso típico es integrar, por ejemplo, comedor-cocina- estar. Esto permite suprimir metros cuadrados pero el espacio de circulación que necesito para llegar de uno a otro queda superpuesto al que normalmente utilizo dentro de esa área.
No es fácil mirar tu propio espacio con nuevos ojos. Tienes que encontrar el equilibrio adecuado entre el espacio lleno y el vacío. Por ejemplo: para algunos, un pasillo es un práctico camino que une dos ambientes. Para otros, por el contrario, es un lugar de separación irrelevante. Dependiendo de tu visión, encontrarás el estilo que te permita sacar el máximo partido de tu interior.
Es esencial definir bien la ecuación formada por tus necesidades y el espacio para circular que puedes dejar así o reutilizar. No tiene sentido pensar que vas a instalar el lavadero de tus sueños en un simple pasillo. Por el contrario, puedes crear soluciones de almacenamiento totalmente adaptadas que te permitirán guardar toda la ropa de hogar.
Una biblioteca decorativa y práctica, puede encontrar su lugar en un pasillo o escalera lo suficientemente anchos.
Deja, por lo menos, 80 centímetros libres para el paso y 30 centímetros para la profundidad de los estantes. En el caso de una escalera, la biblioteca se puede convertir en la barandilla, para que puedas elegir entre dejar la estantería abierta o cerrada.
A veces, las características de nuestra vivienda no nos dan muchas posibilidades de cambio y ese pasillo tiene que quedar ahí. Bueno, puedes convertirlo en tu lugar favorito de exposición. Fotos, cuadros, dibujos de los niños… Puedes crear tu mini museo en un pequeño rincón. Una acumulación controlada permite, por otra parte, escoger mejor con que decorar.
La adopción de un estilo decorativo como el minimalismo, que tiende a espacios diáfanos, permitirán una mejor circulación que un estilo más clásico y ornamentado.
Nos vemos…