Pequeñas o grandes obras, la casa desde cero o planteando una reforma, optar por la construcción ladrillera tradicional o el sistema seco, tan popularizado en los programas de tv, sigue siendo una discusión.
Aquí, en Argentina, la construcción tradicional, sigue siendo el sistema húmedo, con los materiales clásicos: ladrillos, arena y cemento.
Cabe mencionar que a principios del 2018 la Secretaría de Vivienda y Hábitat a través de las resoluciones 3-E/2018 y 5-E/2018, estableció que tanto el sistema constructivo Balloon Frame(estructura de entramado de madera) y el Steel Framing (estructura de entramado de perfiles conformados en frío de chapa cincada) comiencen a ser considerados como sistema constructivo “Tradicional”, al igual que el convencional sistema de ladrillos.
Es así que, poco a poco, los sistemas secos vienen ganando adeptos.
Sus ventajas son muchas y es importante considerarlas:
La principal ventaja es el tiempo de ejecución, que es de un tercio del tiempo en relación a la obra húmeda. Esto permite bajar costos, ya que los plazos de la obra se acortan y se cumplen de forma estricta, aspecto difícil en la construcción tradicional. Las obras suelen tomar más tiempo del que se estipula, incrementando sobre todo los costos de mano de obra.
Por otra parte, al no utilizarse agua en el proceso de ejecución, la vivienda se puede habitar desde el minuto cero de estar terminada, sin la necesidad de convivir con el polvillo, humedad y tiempos de fragüe típicos de la construcción húmeda.
La flexibilidad de diseño es una de las características principales de este sistema. Hoy la construcción en seco ofrece las mismas posibilidades de diseño arquitectónico a medida, terminaciones y confort.
En este punto es importante diferenciar los sistemas de construcción en seco convencionales (materializados en los tabiques divisorios, cielorrasos y revestimientos de paredes) del sistema steel frame. Este último, permite construir en seco muros portantes, es decir, viviendas enteras, cubiertas, fachadas exteriores y demás soluciones que deben resistir peso estructural. Estos perfiles soportan la construcción de estructuras portantes en viviendas, entrepisos, cerramientos exteriores y naves industriales (entre otros). El aprovechamiento de espacios está dado por la eficiencia de los muros con espesores significativamente menores de los que utiliza la obra húmeda: hasta 8% de espacio adicional con la misma superficie.
Otro de los beneficios es el ahorro energético en un 70% en comparación a la construcción húmeda tanto para calefaccionar como refrigerar. La nueva generación de materiales inteligentes destinados a construcción de viviendas residenciales, son más ecológicos. Esta tecnología permite construir muros muy eficientes, capaces de generar un confort interior sin forzar el uso de equipos de calefacción o refrigeración. Permiten que los ambientes sean más cálidos en invierno y más frescos en verano.
Logran una adecuada aislación térmica, como así también acústica. Las paredes hechas en seco pueden alcanzar más de 70% de aislamiento acústico que las de ladrillos, según datos del Instituto de la Construcción en Seco (Incose). Es que se logra un mayor aislamiento acústico y térmico gracias al sistema de capas. No por nada las salas de grabación y de ensayo utilizan los mismos materiales.
La construcción en seco es un método constructivo industrializado que minimiza el impacto ambiental porque acompaña el concepto de arquitectura sostenible, haciendo un uso racional y eficiente de los recursos, tanto materiales como energéticos.
Además las obras de construcción en seco por definición son más limpias, sin escombros, algo valorado por quienes han estado en obra. Ojo! Son más limpias que…pero polvo hay, el yeso vuela y se sigue usando bastante por cuestiones de costo.
Lo que resulta invalorable, especialmente cuando hablamos de pequeñas obras con las que hay que convivir, es que la construcción en seco tarda muchísimo menos que la tradicional húmeda en cualquier formato.
Ni lo pienses!!! Yo no lo haria
Nos vemos…
