En la habitación, sabemos que la principal protagonista es la cama, pero no por eso debemos olvidar a la mesa de noche, la cual es un gran complemento dentro de este espacio, ya que permite hacerlo mucho más funcional, y también contribuye a brindarle un poco de estilo y distinción.

Hasta antes del siglo XVIII se utilizaba habitualmente una silla tapizada a juego con la colcha. Poco a poco aparecieron otras necesidades y la mesa de noche se fue convirtiendo en un pequeño armario al lado de la cama. Hasta los años 40, prácticamente, todas las mesitas de noche tenían una puerta.  Esta costumbre estaba relacionada con una vieja usanza que consistía en utilizar un espacio de la misma para  guardar el orinal. Curioso artilugio que permitía no salir de la habitación en las frías noches de invierno ya que tampoco existían los cuartos de baño.

Hoy en día tenemos más en cuenta su función decorativa, ya que al igual que el resto de muebles del dormitorio, las mesitas de noche también deben guardar el estilo y diseño elegidos.

Suelen contar con algún cajón de poca profundidad, que sirve para guardar nuestros objetos más íntimos, y con estanterías o puertas que son perfectas para guardar libros, una bolsa de agua caliente, o una almohada térmica. De esta manera, no quedan a la vista ni se llenan de polvo.

Lo que guardemos o coloquemos sobre nuestras mesitas de noche depende de nuestras necesidades y preferencias personales. Por ejemplo, quien tenga un sueño ligero, seguramente tendrá sobre la mesita de noche un antifaz y unos tapones para los oídos con el fin de evitar que la claridad de la mañana o los ruidos le despierten. Sin embargo, independientemente de las preferencias y necesidades de cada uno, hay tres cosas que no pueden faltar nunca en las mesitas de noche: una lámpara de mesa, un despertador, y una caja de pañuelos. Mientras que los dos últimos tienen una función básicamente práctica, la lámpara de mesa proporciona además ese factor decorativo tan especial y único que todo espacio de nuestra casa necesita. Ni hablar de lo imprescindible que se vuelve para los que disfrutan leyendo antes de dormir, no pueden vivir sin ellas: no sólo son necesarias para tener a mano el libro que preferido, sino para colocar una luz puntual imprescindible para su lectura. Las lámparas de mesa son perfectas para crear un ambiente más cálido y reconfortante antes de irnos a dormir y para dar un poco de luz en las mañanas más oscuras del año.

Los diseños de las mesitas de noche son tan variados como los diferentes estilos que pueden vestir los dormitorios.

A la hora de elegir la altura de las mesitas de noche, debemos procurar que la superficie de la mesa quede a la misma altura que el colchón. Si las mesitas de noche son más altas, corremos el riesgo de chocarnos con las esquinas o los bordes y hacernos daño. Por el contrario, si la altura de las mesitas de noche es mucho más baja, puede que no consigamos llegar hasta ella desde la cama. Ahora bien, lo importante es conservar una línea decorativa dentro del dormitorio.

El estilo minimalista se caracteriza por la simpleza y la capacidad de crear un estilo decorativo empleando los elementos justos, sin adornos ni ornamentos. En esta línea, puedes elegir mesitas de noche bajas con dos cajones, pero lo más común es que tengan un único cajón dado su tamaño. La madera lacada puede ser perfecta para este estilo y recuerda que los tiradores deben ser muy simples.

¿Quieres lograr un estilo en el que reine la paz y la tranquilidad? Elije un dormitorio zen. Su mesita de noche  es completamente simple ¡incluso sin cajones! Los materiales naturales son imprescindibles, las de madera son perfectas, pueden ser incluso una simple tabla de madera que forme parte de la estructura del cabecero a modo de mesa auxiliar.

En el caso de las mesitas de noche altas, se trata de mesas con patas largas que aportan un toque de elegancia y sofisticación a nuestro dormitorio. La principal razón es que este tipo de mesas suele tener un estilo clásico y antiguo que nos recuerda a la realeza francesa. Sin embargo, también podemos encontrar mesitas de noche altas en otro tipo de estilos decorativos.

Uno de los factores que entran en juego a la hora de escoger las mesitas de noche de colores es el estilo de decoración que perseguimos. Un ejemplo de pasión por las superficies multicolor es el estilo étnico o sus diferentes variantes como el reciente boho chic.

En este estilo la presencia de la madera es incuestionable, mientras que la elección del color es relativamente libre. Es recomendable limitarse a los tonos más naturales y terrosos como el turquesa, ocre quemado o rojo vino.

Si tu estilo es el Shabby chic, no pueden faltarte unas mesitas de noche de madera de color blanco con diseño de florcitas de color rosa y verde por la superficie. Acompaña los muebles con una colcha y unos cojines de estilo bohemio para completar la decoración de la habitación.

Independientemente del diseño, modelo, altura o forma que elijamos para nuestras mesitas de noche, lo importante es que no dejemos de lado estas piezas en la decoración del dormitorio, ya que además de funcionales y prácticas, proporcionan un toque adicional, haciéndolo más original y personal.

Nos vemos…