Muchos hemos vuelto de las vacaciones pero el verano aún no se ha ido. Por que renunciar a esto de seguir disfrutándolo aunque sea una cuota menor, solo porque nos toca volver a la realidad y salir de esa burbuja en la que pasamos las últimas semanas. Vamos que seguramente nuestras energías se han renovado y podemos seguir creando espacios que nos permitan desconectarnos sin necesidad de irnos lejos. Veamos como…
Lo primero es generarnos un espacio que nos ayude a cortar con la rutina y reconciliarnos con el verano.
Desconectar como un ejercicio consciente que aleje nuestra mente de aquello que nos preocupa, nos inquieta y permita reposar nuestras ideas, pensar en otra cosa, disfrutar de algo que nos produce placer, rodearnos de quien nos quiere bien. Divertirnos, reírnos… Poner música, unos mates o un poco de fruta, abrir una ventana y cerrar los ojos es suficiente para empezar, para cambiar e irse adaptando poco a poco a estas nuevas necesidades. No se trata de quedarnos en la queja ni de renunciar, solo de buscar nuevas soluciones.
En casa también hay que cambiar y comenzar a mirar con nuevos ojos ese balcón, patio o terraza, que tienes la suerte de tener hoy en esta tórrida ciudad.
Si este espacio es amplio puedes zonificarlo y crear varios ambientes. Si no dispones de muchos metros, lo mejor será amueblarla con modelos ligeros, plegables o apilables y funcionales. Siempre trata de elegir el tamaño del mobiliario en proporción al espacio que dispones.
No recargues tu balcón con demasiados muebles, añade sólo los que sean necesarios para poder disfrutar de tu espacio exterior. Y no olvides sacar partido de la baranda para colocar maceteros con plantas de temporada.
Si lo que tienes es una terraza, ojo! Suelen ser espacios trampa, pues con esto que hay que subir y tengo todo abajo y hace calor y tengo fiaca y etc.… se convierten rápidamente en espacios con zonas muertas, llenos de cosas viejas.
Cuando hablamos de decoración de terrazas lo primero a tener en cuenta es definir bien las zonas según el uso que le vas a dar y por supuesto la superficie que posees. Y como para no asustarnos con la tarea, lo más recomendable es atacar por los rincones, esto suele ser lo mejor pues acotamos el espacio y fundamentalmente el presupuesto.
Lo primero es empezar a llenar con plantas y crear tu pequeño vergel. Esto traerá frescura y color al ambiente, hay en el mercado infinidad de variables de macetas en colores, decoradas y porque no pensar en decorar esa pared medianera, que tanto nos disgusta y tanto calor irradia, con alguna variante de un jardín vertical.
Qué tal si en la segunda vuelta y comienzas a meterle color, tejidos y empiezas a crear rincones con cierto encanto. A veces con pocas cosas como unos pallets, almohadones, unas lámparas colgantes y unas plantas, puedes crear un pequeño rincón de relax cómodo y sobre todo, refrescante. Si no cuentas con lámparas unas guirnaldas de luces o simplemente unas velas serían suficientes para poder disfrutar de esta terraza también de noche.
Recuerda que los espacios en los que vives son un reflejo de tu vida y, por lo general, comenzar a cambiar de afuera facilita el resto.
Nos vemos.