Todavía no ha comenzado oficialmente el verano pero los primeros calores ya se están haciendo sentir. Lo más normal es poder encender el aire acondicionado o echar mano de ventiladores, aunque si deseas poder estar fresco sin la necesidad de gastar mucho, existen algunos trucos que te van a permitir refrescar toda la casa sin problemas.
Aquí he recopilado algunas sencillas ideas para que solo entre en nuestra casa la alegría del verano, pero no sus agobiantes temperaturas:
Aprovecha las corrientes naturales: Un factor que no podemos olvidar cuando vamos a adquirir una casa es comprobar si tiene ventilación cruzada, que consiste en la ventilación natural de la casa generando corrientes naturales al abrir ventanas opuestas. Es recomendable mantener ventilado durante el día si tu vivienda dispone de este tipo de ventilación natural. Eso sí, no se trata de que abras todas las ventanas a la vez, sino entrará el aire caliente de la calle y se estancará. Hay que lograr que entre por unas y salga por otras, observa las corrientes de aire y en que momento del día unas estarán más frescas que otras, así permites que entre el aire mas fresco solamente. En caso de que no tengas esta posibilidad trata de ventilar solo por las mañanas y por las noches, cuando bajan las temperaturas.
Evita que entre el sol: Conviene mantener las persianas semibajas o bajas, y en caso que no tengas persianas exteriores, una opción para mantener el calor a raya es colocar estores o cortinas opacas, estas son más efectivas que las translúcidas. También están los estores de lamas verticales u horizontales, fijos u orientables, con lo que puedes graduar la entrada de aire y luz.
El objetivo es lograr que el calor no penetre en el interior de tu casa pero ten presente que si tenes que instalar algo, lo más efectivo es aislar desde el exterior. Existen cortinas enrollables que se pueden colocar aunque en el proyecto original no fueran previstas, o algo mas económicas, son las opciones de toldos o media sombra con múltiples variantes de colocación.
Aislarla desde afuera: El secreto para mantener una casa fresca, sin aire acondicionado, está en crear un entorno de sombra en la vivienda. Los toldos, pérgolas, enredaderas juegan un papel importante a la hora de proteger nuestra vivienda de las altas temperaturas. Es necesario bloquear la luz del sol antes de que llegue al cristal de la ventana. Los productos de protección contra el calor que se colocan fuera de las ventanas, impidiendo de manera eficaz que tú casa se sobrecaliente.
Los toldos van a variar según el sistema de anclaje o cómo se extienden, las telas que mejor funcionan son las micro-perforadas (fibra de poliéster con PVC) que filtran hasta el 94% de los rayos UV. Además gracias a sus pequeños orificios, evitan el efecto invernadero, es decir que el aire caliente acumulado debajo puede salir, reduciendo la temperatura. Es un efecto muy parecido al que produce la media sombra. A ciertas horas del día, extenderlo será inevitable si no queremos convertir nuestra vivienda en un horno.
Rodéate de plantas: El agua, al evaporarse, hace bajar la temperatura del ambiente. Aprovecha este recurso y, si tienes terraza o jardín, regarlo te ayudará a reducir la temperatura un poco.
Si tu vivienda no dispone de un espacio amplio en el exterior que sea posible remojar, una solución puede ser colocar plantas y maceteros en las ventanas, que al absorber los rayos de sol crearán una película de frescor que el aire esparcirá por el ambiente en que se encuentre. Como comentario, las plantas con flores transpiran más por sus hojas que las que no las tienen.
Piensa que gran parte del calor proviene del suelo, así que si mojas a menudo el pavimento de tu terraza conseguirás bajar algunos grados la temperatura. Eso sí, ten en cuenta que el agua es un recurso natural escaso, así que utilízalo racionalmente.
Mantener el aire acondicionado en torno a los 26º: Por una simple cuestión de ecología, opto más por los ventiladores que por el aire acondicionado. Pero si sos de los que no puede vivir sin el aire, te recomiendo que no te vuelvas muy loco: los catarros de verano tienen su origen en el uso exagerado que oficinas, comercios y usuarios hacen del aire. Trata de encenderlo solo cuando sea necesario y regula la temperatura entre 24 y 26 grados.
Si por el contrario prefieres un ventilador, debes saber que el consumo es menor y que aunque te parezcan ruidoso y anti-estéticos, hoy en día se pueden encontrar multitud de modelos, algunos de ellos realmente preciosos. Puede colocarse tanto en la pared como en el techo, aunque lo mas aconsejable es colocarlo lo más arriba posible, pues mientras el aire caliente sube, el frío baja, con lo que conseguirás enfriar mejor toda la habitación.