Hoy veremos algunas ideas que he ido recopilando por ahí,  para armar rincones que sirvan para que nuestros niños experimenten físicamente lo que nosotros deseamos como: jugar, aprender, disfrutar, descansar o soñar. Que ellos tengan ganas de estar en su espacio, de usarlo y disfrutarlo.

Conceptos que orientan, detalles que resuelven: busquemos soluciones lindas prácticas y efectivas.

• Optimizar el espacio: cuando las medidas lo permiten dejar las camas contra la pared o encimadas, deja el centro despejado para que los chicos puedan jugar a sus anchas y brinda un panorama visualmente despejado. Ya que estamos, es el momento de conseguir cubrecamas idénticos a fin de prolongar las líneas, ubicar cajones debajo de la cama (bonitos porque se ven desde abajo) o un colchón para cuando vienen amigos.

• Como si fuera un nido: si el cuarto de tu hijo es largo y angosto, el lugar de la cama, puede caer debajo de la ventana de pared a pared. Optar por una cama nido permitirá traer un amiguito/a a dormir. Es importante estar atentos a todos los ángulos y recovecos para encontrar ese rincón que se puede convertir en refugio, y sacarle provecho.
• Existen multitud de opciones al momento de decorar el dormitorio de tu niño/a con encanto. Una idea fantástica es colocar banderines de colores, otra es llevar registro del crecimiento de los niños, por ejemplo, si destinamos una pared a colocar fotos que sigan de cerca su crecimiento. Déjalos participar activamente en esto, pues la decoración de su cuarto debe estar marcada por su gusto.

 

• Rincones para dibujar: dibujar las paredes encabeza la lista de las cosas más fascinantes de la infancia, de ahí que incluir un gran pizarrón sea tan habitual en los cuartos infantiles. Podemos comprar uno o, directamente, pintarlo: es económico, divertidísimo. Puede ser un sector de la pared enmarcada para tal fin o sencillamente, convertirla toda en un gran pizarrón.
• Los juguetes también pueden ser parte de la decoración de los dormitorios infantiles, solamente hay que saber crear un sistema que los mantenga lindos y ordenados cuando no están en uso. Los peluches de animales son una temática taquillera tanto entre varones como mujeres. Por eso son ideales para ambientar cuartos y espacios compartidos, plasmados en accesorios, cortinas o empapelados.

• Rincones de lectura: ya sea una biblioteca que aprovecha hábilmente el lateral de un pasillo y se comparte con los adultos o bien, una casita destinada exclusivamente a esa función, tener los libros juntos y ordenados estimula el hábito de la lectura. Solos o como otro juego compartido con las papas mas allá de la edad.

• Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar: algo muy importante, a una altura accesible y fácilmente identificables, de esta forma es más fácil incentivar a los chicos a colaborar. Para los más pequeños canastos de tela que identifiquen por forma o color es más que suficiente. A medida que va creciendo, podemos sofisticar las cosas: hay cajoneras con ruedas y frente de pizarra que incorporan un factor lúdico y dejan que los chicos determinen y varían los criterios.

• Convertirlo en el espacio más seguro de la casa: cubrir enchufes, poner topes en las puertas, guiar los cables en bandejas: estar atentos es tranquilidad. Para evitar golpes y quemaduras las estufas se pueden esconder. En una escalera sin barandas una red de seguridad ahorra muchos dolores de cabeza. Lo mismo que la puerta del primer escalón, imprescindible!
• De qué color lo pinto: los colores pastel son colores que se adaptan muy bien porque aportan luminosidad y calidez. Asimismo, los tonos en la gama de los rosas son adecuados para dormitorios de niñas ya que transmite calma, afecto y amabilidad. Colores dentro de la gama de los verdes y azules suelen usarse en los dormitorios de niños, y son perfectos ya que tienen un efecto relajante, transmiten serenidad y calma. El color blanco es el color de la pureza por lo que es un color magnífico  para los dormitorios de bebés. Otra opción, súper divertida en los dormitorios infantiles, es combinar.
• Como Iluminar: cuando son muy chiquitos necesitas un el velador con luz cálida y tenue que puede quedar encendido hasta que se duermen. Una vez que empieza la etapa escolar y van aprendiendo a leer, una buena lámpara junto a la cama, que sea flexible, facilita el hábito de leer antes de dormir. Es importante que le resulte cómoda (nada que frustre más una buena intención que la incomodidad).