Arrancamos Octubre y el clima de Buenos Aires nos tiene medio lejos de una sensación de primavera, pero considerémoslo, es ideal para volver a pensar en lo que quedamos: con que color me siento bien en mi cocina.
El color ocupa un lugar realmente importante en la cocina, podría decirse que en la presentación de cada plato el color es un 70%. En general los percibimos en todo y en una mesa la cantidad de colores o la intensidad de los mismos es sinónimo de platos más tentadores.
Y por esta relación de colores de comida y espacio de cocina, es que muchos optan por marrones y terracotas, madera y planos en beige y vainilla son los grandes elegidos.
Si esta es tu situación actual, si tu cocina tiene una gran cantidad de luz y sos de las que prefieren líneas clásicas, el marrón, wengue, chocolate o castaño son el puntapié inicial de una paleta que añade un poco de calor, siendo al mismo tiempo tonos sofisticados y relajantes.
Una de las mejores alternativas, es la combinar dos tonos: por un lado los muebles y mesadas, y por otro, las paredes y el piso, evitando asi, un ambiente monótono y sin contrastes. Por lo general los muebles y alzadas marrones se combinan con paredes y piso claros: beige o crema son los colores más elegidos. Y el toque de color?
Uno que llega con mucha fuerza es el naranja y pega bárbaro. Se introduce en todo tipo de elementos, pensante es pintar solo un sector? No importa que tengas cerámicas o azulejos podes pintar encima, hay excelentes productos para pintar azulejos o una placa de yeso y pinto encima con un satinado, es otra opción.