Hablamos mucho sobre colores pero no sobre materiales para lograrlos. Pues bien, pinturas hay muchas y de fórmulas bien distintas. Elegir el tipo de pintura estará condicionado, a veces, por el estado y las características de la superficie a pintar, otras por el tipo de acabado que busquemos pues una superficie brillante u opaca colabora o no para crear un clima deseado.
Las más utilizadas en paredes son de base acuosa y en el mercado de las pinturas de base agua están disponibles las: vinílicas, acrílicas y vinil-acrílicas. A este tipo de pinturas de base acuosa también se les llama pinturas látex o plásticas. Esta clasificación se debe al componente usado como aglutinante es decir, es el material empleado para mantener unidos a los diferentes componentes de la pintura. En la evolución de las pinturas se han usado diversas sustancias de origen animal, vegetal y sintético como agentes aglutinantes, entre las que se cuentan gomas, colas, resinas, oleorresinas, bálsamos, aceites y ceras.
Las pinturas acrílicas son las elegidas a la hora de pintar exteriores. Resisten la humedad, son lavables, de rápido secado y ofrecen variedad de colores. Algunas formuladas a base de aglutinantes polímeros acrílicos elastoméricos son un excelente recubrimiento impermeabilizante para frentes y medianeras, teniendo la propiedad de acompañar los movimientos estructurales propios de los materiales de construcción, evitando el copiado de grietas y fisuras.
Las pinturas vinílicas logran un acabado súper cubritivo, lavable, sin olor a amoníaco, en ocasiones resistente a la formación de hongos. Hoy existen líneas que permiten limpiar fácilmente manchas domésticas como barro, fibras, chocolate, salsa de tomate sin generar brillos ni aureolas gracias a sus ¨Partículas Inteligentes¨ que impiden la penetración de la suciedad, manteniendo su acabado mate.
El grupo de las vinilicas son en general las elegidas para cielorrasos y muros interiores.
La mayor diferencia entre una pintura simplemente látex o látex vinilica o acrílica la ofrecen en el acabado, ya que la látex es mucho más transparente y suele cambiar de tono al secarse pues en húmedo mantiene una tonalidad blanquecina, mientras que las acrílicas conservan mejor el tono. El látex tal cual sale del tarro se puede utilizar perfectamente como sellador o incluso como mano de imprimación para poder usar otra pintura.
Una característica común a toda pintura látex es la facilidad de aplicación y limpieza posterior de las herramientas utilizadas.
¿Cómo se aplica? Pasos a seguir antes de comenzar a pintar: en el próximo post.