Optimizar una habitación pequeña es posible y es mucho más fácil si los usuarios son adolescentes.
Se trata de maximizar cada centímetro para crear un lugar de descanso, almacenaje y trabajo-estudio para el joven y sus necesidades.
Es importante tener en cuenta algunos puntos: como la distribución de muebles, el uso del color y la luz. Es imprescindible realizar un proyecto decoración previo, dónde analicemos las necesidades, el presupuesto y respetemos el gusto del o los interesados.
1.- Los colores. En paredes y techos; lo ideal es utilizar colores claros en los que se refleje la luz. El blanco no nos puede fallar, con toda seguridad conseguiremos agrandar visualmente el espacio, pero puede resultar demasiado plano. Puedes aplicarlo como color base y predominante y después jugar con tonos pastel para los detalles de la decoración o los muebles. Los colores en tonos neutros también son válidos, pero sigue siempre la gama y no hagas demasiadas combinaciones.
2.- Los muebles. Otro aspecto importante es la cantidad de muebles y su distribución: optar por pocas piezas y nunca de gran tamaño. Tanto las formas sencillas como las líneas rectas son ideales para compensar la decoración de una habitación pequeña. Además es necesario que tengan colores que se integren con el resto del ambiente, de ese modo darán continuidad y no arrebataran el espacio. Son una gran solución son: las camas abatibles, los muebles modulares y los muebles convertibles.
Una distribución ideal es la que enfrenta por un lado la zona de descanso, con cama extra en la zona inferior (indispensable por si se queda algún amigo a dormir) con la zona de almacenaje y trabajo.
Otra opción para maximizar el espacio son las camas altas. Como todo en esta vida tiene sus pros y contras, el problema mayor de una cama alta es hacerla por las mañanas. Las ventajas son obvias, todos los metros de la parte inferior de la cama se pueden destinar a otros usos.
3.-La iluminación. Una sala bien iluminada siempre nos dará sensación de amplitud. Necesitamos luz natural pero también colocar puntos estratégicos de luz artificial. Si hacemos que haya una luz blanca que ilumine hacia el techo e incluso también los rincones, nos parecerá que las paredes están más alejadas. Es mucho mejor tener varias lámparas juveniles y distintos puntos de luz que uno solo y podremos aprovecharlos para dar relevancia a algún objeto que nos interese dar protagonismo.
La luz y el color son herramientas mágicas en decoración porque comunican al cerebro. Los tonos pastel transmiten serenidad y relajación y esto mejorará en los nervios de los exámenes y deberes de los jóvenes. Además el verde alivia el estrés y revitaliza.
4.-La profundidad o el reflejo. Esto son trucos que podemos utilizar para la decoración de todas las habitaciones pequeñas. Por ejemplo y todos conocemos que los espejos cumplen perfectamente esta función pero, además ahora está muy de moda los vinilos decorativos con dibujos o motivos que dan profundidad, dando la sensación de que el plano donde los colocamos no es plano sino que tiene profundidad.
5.- Su rincón personal: el cuarto debe ser mucho más que una habitación con muebles, es su espacio más íntimo y debe ser una extensión de su personalidad. Aunque sean ya mayores no hay que desterrar por completo su lado más niño. Evita los estilos excesivamente sobrios o suavízalos con tonos claros en la pintura y el mobiliario. Elige por estampados geométricos como los de la funda nórdica en chevron y los tonos alegres o vitaminados para mantener un estilo acorde con su edad.