El garaje es uno de esos espacios de la casa que, cuando menos te los esperas, se convierte en un verdadero desastre. Es el lugar en el que terminan todas aquellas cosas que no encajan en ninguna otra habitación. Por eso, conviene dedicar un tiempo a ordenar, tirar y clasificar todas lo que guardamos en el garaje, además del auto.
Normalmente es uno de los espacios de la casa más castigados. Se usa día a día y, además, el movimiento de un auto, la tierra, agreden las superficies que se arruinan con más facilidad. Por eso no es raro que el piso pronto ofrezca un aspecto bastante dañado, especialmente cuando elegimos darle de entrada una terminación porosa como un cemento alisado o baldosa cerámica absorbente.
La opción más económica y simple se deseas mantenerlo en perfectas condiciones, es darle, de vez en cuando, una mano de pintura.
Pero ¿cómo pintar el suelo del garaje y lograr que quede perfecto?
Lo primero es elegir la pintura correcta y para esto, no solo hay que considerar sobre que material la vamos a aplicar, sino también cuan dañada está la superficie. Observar que no haya problemas de humedad de cimientos o de otro tipo, rajaduras o faltantes importantes que viene acompañados de material flojo. Para pisos hay dos tipos de pinturas que se pueden usar: una pintura acrílica de látex recomendada para pisos o una pintura tipo epoxi. La primera es más barata aunque menos resistente. Por eso es mejor utilizar una pintura epoxi que, aunque nos salga algo más cara, después durará más tiempo como nueva (al menos unos 3 o 4 años). Además, es más adherente sobre superficies de hormigón, cemento y cerámica porosa.
Este tipo de pinturas protegen de la humedad y previenen la aparición de moho. También resultan fáciles de limpiar y no requieren demasiado mantenimiento.
El primer paso: limpiar a fondo y preparar el suelo
Lo primero que has de hacer es preparar el piso de forma adecuada. Este paso que implica hacer una limpieza en profundidad, es uno de los más importantes. No escatimes tiempo ni detalles en esta instancia, porque de ello depende que el resultado final sea exitoso.
Para empezar dale una mano con algún disolvente, esto servirá para remover cualquier mancha de pintura o de algún otro producto químico que pueda tener.
El segundo paso es aplicar un producto desengrasante y frotar con un cepillo de cerdas duras. Enjuaga bien, lo mejor es una hidrolavadora de alta presión, capaz de eliminar la suciedad y de aflojar superficies que parecían más sólidas.
Ahora es el momento de reparar grietas, baches, rajaduras. De acuerdo a su tamaño puedes hacerlo rellenándolas con un producto elástico, pero si son demasiado grandes tendrás que rellenar con una mezcla de cemento, cal, agua y arena. Esto lleva su tiempo, no creas, es importante respetar los tiempos de secado.
Cuando ya tengas toda la superficie lisa y sin polvo, es el momento de aplicar una buena imprimación. Aplícalo con una brocha en el límite inferior de las paredes hacia dentro y después con rodillo. Deja secar por completo. Aquí el tiempo dependerá de las especificaciones técnicas emitidas por el fabricante del producto que compraste. En general son un par de horas.
Llegó el momento de aplicar la primera capa de pintura epoxi. Recorta los límites de las paredes con una brocha (como has hecho al aplicar la imprimación) y aplica el resto con ayuda de un rodillo. Verás que con la primera capa el resultado ya es bastante bueno. Sin embargo conviene dar una segunda mano de pintura.
Los expertos recomiendan aplicar la segunda mano de pintura en la dirección opuesta a la de la primera capa. Ya solo tienes que dejar secar. Aquí también tendrás que revisar la información que facilite el fabricante de la pintura, por lo general se puede pisar el suelo en 24 horas y un poco más para que camine el auto.
Espero que pronto disfrutes de un garaje renovado. Nos vemos…