Fenómenos climáticos como la corriente de El Niño son cada vez más frecuentes y extensos en estas latitudes. Estos factores extremos pueden significar hasta 5 días consecutivos de lluvia y Buenos Aires en verano no será la excepción. ¿Qué alternativas tienen las constructoras antes este escenario donde todo lleva más tiempo del habitual?
“Con la lluvia, el terreno -dependiendo de la zona- no absorbe bien el agua de un día para el otro. Deja de llover a las 15 hs y posiblemente el día siguiente no se pueda continuar con el trabajo. El impacto en el plazo
inicial es grande. Si se consideran los 12-14 meses que lleva terminar una casa o un edificio de hasta 8 pisos, la obra se estira considerablemente, el inversor ve su rentabilidad atrasada. En vez de recuperar el capital más la ganancia en 12 meses, ese plazo pasa a ser de 16 o hasta 18 meses.” afirma Sebastián Fulgueira, Vicepresidente de la constructora Eclosa.
Los expertos aconsejan, para minimizar el impacto de las fuerzas de la naturaleza, tratar de planificar bien el ingreso de los materiales con anticipación y hacer un estudio intenso de las previsiones meteorológicas.
“Nosotros todos los viernes miramos el pronóstico de los próximos 10 días, y lo vamos monitoreando diariamente. Entonces puede suceder que veamos que mañana se pronostica lluvia, y decidimos sobre eso
‘re-calcular’ y adelantar, por ejemplo, el hormigón para el mismo día.
Sucede los mismo con los ladrillos y la carpintería. Si esto no se tiene en cuenta, la obra se estira, los jornales se deben pagar igual, el costo sigue subiendo y la ganancia para la constructora es menor y la rentabilidad
para el inversor también cae.” señala Fulgueira.
Desde la constructora, que también tiene proyectos en Terralagos, San Lucas, en la localidad de Canning, y próximamente en Santa Inés, aseguran que el problema del clima se agudiza en los barrios cerrados,
donde los camiones de materiales no pueden ingresar después de 3-4 días de lluvia.
“La clave es armar un plan de trabajo e ir ajustándolo a medida que va avanzando la obra y que los factores climáticos demoren o compliquen las tareas. Se trata de prever y contemplar futuros problemas siempre evitando demorar la obra, estar un paso adelante.” explica el Vicepresidente de Eclosa.