Muchas veces hemos escuchado decir “Cierren esa puerta, pues sino la corriente de aire la cerrará de golpe”. Lograr una ventilación cruzada es detectar, en casa, cuando se generan esas corrientes de aire y hoy, no solo permitirlas, hay que acostumbrarse a convivir con ellas.
La ventilación tiene dos propósitos principales: primero, eliminar los contaminantes y entregar aire limpio. Segundo, satisfacer las necesidades metabólicas de los ocupantes, proporcionando temperaturas agradables. (Si el tiempo lo permite).
El aire debe entrar y salir por aberturas como ventanas, puertas, chimeneas o torres de viento.
La eficiencia de la ventilación dependerá del clima, la geometría del edificio e incluso del comportamiento humano (el acto de abrir o cerrar una ventana afectará la ventilación del ambiente).
Con la nueva ola de COVID, lo que se recomienda es ventilar, airear nuestra vivienda de forma efectiva. Lo que tendremos que hacer es tratar de abrir una ventana en el frente por donde suele soplar el viento y otra en el lado opuesto (de ahí el nombre de ventilación cruzada). De esta forma permitiremos que el aire pueda circular desde la zona de altas presiones a las de bajas.
Los dormitorios son los primeros en los que tenemos que pensar a la hora de ventilar una casa. Después de toda la noche de sueño, es necesario eliminar el CO2 generado. Lo recomendable es abrir por la mañana, alrededor de 20 minutos, es suficiente. Repetir esta acción al momento de limpiar el cuarto, hacer las camas y en este contexto que nos toca vivir, cuando nuestros niños e incluso nosotros pasamos más horas de las habituales en el cuarto, pues ahí tenemos nuestro espacio de trabajo, lo recomendable es abrir y ventilar por 10 minutos como mínimo varias veces al día.
En espacios como la cocina y el comedor, ventilar después de cada comida, es indispensable. Y al igual que en el dormitorio, si tu vida se está desarrollando en esos espacios, lo recomendable es abrir y ventilar por 10 minutos como mínimo varias veces al día.
En el caso de los baños, si tienen ventana, es bueno dejarla abierta. Si no, trata de dejar la puerta abierta mientras se ventila el resto de la casa.
Existe el concepto de tasa de intercambio de aire. Esta cifra indica el número de veces que el aire de un edificio es reemplazado con aire de fuera en una hora. Este es el concepto que se utiliza cuando un profesional te dice que por Código no podes ventilar una habitación a través de otra, cuando se crean patios para ventilar locales, cuando se habla de medidas mínimas de ventanas.
La tasa depende del tamaño de la habitación y el número de personas en ella. Pero la mayoría de los expertos considera que seis cambios de aire son buenos para una habitación de 3 x 3 metros en la que hay tres o cuatro personas.
Durante una pandemia, se estima que la tasa debe ser mayor. Un estudio de 2016* señaló que un cambio de aire de nueve veces por hora redujo la transmisión de los virus de SARS, MERS y H1N1 en un hospital de Hong Kong.
Mantener abiertas las ventanas y puertas es un buen comienzo. Colocar cerca de una ventana un ventilador que sopla hacia el exterior también aumenta considerablemente la circulación de aire.
En edificios en los que no pueden abrirse las ventanas, puede ajustarse el sistema mecánico de ventilación para aumentar el bombeo de aire desde afuera.
Sea cual fuere el tipo de habitación, cuanto más personas haya en ella, más frecuentemente debe cambiarse el aire.
Recuerda que ante cualquier duda puedes consultarme:
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
- www. Dibu-deco
- @Dibudeco
-
-
-
-
-
-
-
-
-
Nos vemos…