En estos tiempos de confinamiento tan prolongado, es fácil sentir que las paredes se te vienen encima y si el espacio es pequeño, se complica. Pero ampliar visualmente un ambiente, no requiere costosas reformas o cambios estructurales, basta con conocer algunos hábiles trucos de decoración para hacer que el espacio parezca más grande de lo que en realidad es.
Uno de los mecanismos más conocidos es utilizar el color blanco, ya que este refleja y multiplica luz en el interior. Nada de colores y materiales oscuros, todo lo contrario, utiliza paleta de colores claros, tanto para mobiliario como para paredes. Lo más recomendable es un solo color en paredes, con toques de calidez en elementos decorativos. Esto dará mayor efecto de amplitud.
Otra clave es agregar espejos. Igual que el color blanco, los espejos reflejan la luz, multiplicando la intensidad lumínica de una habitación. Además, pueden engañar al ojo, percibiendo el espacio como mucho mayor de lo que en realidad es.
Un truco no menor a tener en cuenta es tenerlo despejado y bien organizado. El secreto para mantener el orden en casa es disponer de todas las soluciones de almacenaje posibles: existen asientos y camas suelen disponer de un espacio de almacenaje extra debajo de ellos, siendo muy útiles en viviendas pequeñas.
Mesas redondas, sillas de respaldos curvados, taburetes con asiento redondeado… Todas estas piezas utilizan menos espacio y son mucho más cómodas para los espacios reducidos. Además, al no tener esquinas, permiten moverse alrededor de ellos con más facilidad. Tenelo en cuenta, si tienes que comprar.
Si tus muebles son los tradicionales, de forma cuadrangular o rectangular, trata de distribuir de manera geométrica, es decir, haciendo un cuadrado o triángulo con ellos. Pega los muebles a las paredes. En lugar de sillas puedes disponer un banco y utilizar la pared como respaldo, pero… ¡Ojo! No encajones las ventanas, trata de dejarlas lo más despejadas que puedas. Sino queda opción, trata de rodearlas con los muebles más bajos, que no obstaculicen el campo de visión.
Si el espacio exterior tiene privacidad suficiente, por ejemplo, si la ventana da a un jardín privado, se pueden dejar incluso las ventanas sin cortinas, o con tan sólo unos finos visillos. De esta forma se crea continuidad entre el espacio interior y su entorno exterior, haciendo parecer la habitación mucho más grande.
Si quieres integrar el living y la cocina para generar más amplitud, pero tienes miedo de que los olores y ruidos de la segunda se introduzcan en la primera, los cerramientos de cristal son lo último a la hora de unificar ambientes. Puedes optar por soluciones mixtas, por ejemplo un muro a media altura que incorpora en la parte superior un cerramiento de cristal. Funcionan muy bien cuando unificar completamente los ambientes no te acaba de convencer.
Aunque el efecto no es tan impactante como si no hubiera nada, es un recurso muy útil para evitar la saturación que suelen provocar las paredes en las viviendas pequeñas.
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Nos vemos…