El tipo de ventana, así como la orientación de la habitación, son factores determinantes a la hora de elegir cortinas. Antes de decidirte por un tipo de cortina, piensa en cuál es la función del cuarto, cuánta luz quieres que entre por la ventana y qué tanto de privacidad necesitas en ese espacio. Presta también atención a la vista que tienes en frente de la ventana y cuál es el grado de privacidad que deseas. Las cortinas ayudan a vestir cualquier espacio, por eso es tan importante que dediques tiempo a su elección.
Existen varios tipos de cortinas, y tendrás que evaluar cuál es la indicada para tu casa según función, estética, presupuesto, y tipo de aberturas que tengas.
– Barral: es para enganchar cortinas tradicionales, y suelen colocarle por encima de la ventana. Puede ser de madera, de hierro, metálico. Según la deco de tu casa, optarás por un material más cálido, o más frío.
– Visillos: esta opción suele usarse para puertas antiguas, de esas que tienen vidrio repartido entre maderas. En general quedan fijas, y se colocan para dejar pasar la luz pero evitar que se vea desde el otro lado, sea la calle u otro ambiente de la casa.
– Rieles: plásticos o metálicos, se adhieren al techo y suelen contar con unas varillas para engancharlas y correrlas. Suelen ser prácticos para correrlas con facilidad.
– Roller: son aquellas que se enrollan y se desenrollan mediante una cadena. Suelen ser géneros rígidos, que mantienen la tela sin arrugas. Si estás pensando en colocarla en puertas de vidrio que se abren, tenés que chequear que quede lugar para que se enrollen, por eso suelen ser más recomendables para puertas corredizas.
– Romanas: del estilo de las roller, se trata de paneles de tela que se pliegan de manera vertical. Es importante que sean de buena calidad, para evitar que suban de manera irregular, y queden torcidas.
– Paneles orientales: estéticamente, son muy parecidas a las roller si quedaran siempre bajas. En lugar de enrollarse para arriba, se corren para un costado, en bloque. No son las que vas a ver más comúnmente, porque actúan a modo de puerta corrediza, es decir, siempre va a haber un espacio tapado. Sin embargo, son muy recomendables para aportarle una estética bien moderna al ambiente.
– Tensores: ideal para cortinas no muy pesadas, le aportan al ambiente una onda bien moderna. La tela se sostiene y se corre mediante un cable de acero tensado. También suele usarse en baños con un toque bien moderno
Cada vez se usan menos las cortinas demasiado pesadas. Para lograr un efecto de liviandad, lo ideal es usar algún algodón, lino o gasa, de colores claros. A la hora de adquirir la tela, consulta su composición y verifica que es “antipilling” (que no hace bolas) y que lleva algún tipo de tratamiento ignífugo (para que no arda en caso de incendio).
Tanto si elegís el tipo de cortinas que se enrollan o las que se corren para los costados, tenés que tener en cuenta las necesidades del ambiente. En este sentido, hay telas semiopacas que sirven para mantener la luz natural y lograr privacidad, como pueden ser la gasa rústica, el voile de lino, o alguna de las opciones de linos livianos.
En el caso de querer oscuridad, la tela adecuada es black out, tanto para cortinas tipo barral como para las de estilo Roller. Hay black out simples, que no aportan mucho decorativamente, pero también ahora existen también texturas, colores y hasta dibujos que además de cumplir con la función, agregan calidez y belleza.
Para frenar el paso de la luz pero mantener un ambiente bien luminoso, puede ser un lino rústico o tratado, o tussor de un color claro.
Si eliges dobles cortinas o combinas cortinas con visillos colgados de rieles, es recomendable tapar el mecanismo con una galería (de madera y tapizada) o un bandó (realizado con tela): da un aspecto más acabado y también más clásico.
Las cortinas romanas son ideales para las ventanas pivotantes o banderola
La tendencia es una: cuanto más plana, mejor, ¡adiós a los frunces y tablas abundantes! Las cortinas convencionales se confeccionan con menos proporción de frunce y cabezales de tipo tablas encontradas.
Si bien hay maneras de medirlas para poder encargar la tela, lo ideal es que delegues en un especialista la toma de medidas. Sin embargo, si querés tomarlas vos, podés tomar esta referencia:
– Alto: calcula toda la superficie de la ventana, hasta el marco, y súmale 50 cm (30 de dobladillo, y 20 por encima del marco).
– Ancho: súmale a cada lado de la ventana entre 15 y 20 cm. O sea, el total más 30-40 cm.
Y no olvides este truco: si quieres «agrandar» visualmente una ventana, cuelga una barra que sobresalga unos 30cm por cada lado y usa tela suficiente para cubrir ese espacio cuando las cortinas estén abiertas. ¡Parecerá que tu ventana es 60cm más ancha!
Nos vemos…