Un lugar para cada cosa, ¿porque?

Mucho se habla últimamente del orden en la casa, en el trabajo, he llegado a escuchar que para doblar la ropa hay que usar una tablita, ¡guau! No me considero desordenada pero tampoco me imagino haciendo cada día algo así. Es que creo que el tema del orden va con la personalidad de cada uno, por ejemplo quizás colgar en una percha te da fiaca pero doblar y meter en un cajón, no. Hay hombres que no pueden pensar en sus camisas dobladas sino colgadas una en cada percha, obviamente el lugar físico que va a necesitar es otro. De aquí que me parce que el orden no pasa por cestos o recipientes de plástico, sino por empezar a pensar en lo que me resulta más cómodo, más fácil, en definitiva más práctico y que espacio necesito para ello.

En un estudio del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Princeton se concluyó que, un entorno desordenado, influye en nuestra capacidad de concentración. Esto se debe a que diferentes estímulos visuales compiten por la atención, fomentando el estrés y la falta de concentración.

Cuál sería el primer paso para hacer lugar: aprende a decirle adiós a lo que ya no usas. Eso que está guardado en el fondo de los cajones y armarios, descártalo. Los pantalones que ya no te quedan, las blusas de colores que ya no te gustan, las prendas que ya no van más con tu estilo, es momento de separarlas y decidir si son para regalar, donar o vender.

Frases como “mejor lo guardo por si me hace falta”, elimínalas de tu mente.

Ahora vuelve a guardar lo que quedo pero con criterio “hay un lugar para cada cosa y cada cosa va en un lugar”. Asigna espacios según el tipo de prendas: blusas, ropa deportiva, pantalones formales, jeans, chaquetas, vestidos, etcétera. También, presta atención a lo que irá colgado y lo que se doblará.

Si pudiéramos aplicar el mismo concepto en cada espacio de la casa, e incorporar la cantidad de armarios, percheros o pequeños muebles que sean necesarios para albergar todas nuestras pertenencias  seguramente lograríamos en nuestro día a día:

Mejorar las condiciones de vida. Es más agradable y seguro trabajar en una forma organizada, ordenada y limpia.

Lograríamos reducir gastos de tiempo y energía. Cada cosa en su sitio porque de ese modo, cuando la necesito sé dónde tengo que ir a buscarla.

Eliminar desperdicios.

Podríamos reforzar los buenos hábitos de comportamiento e interacción social, pue habitamos un entorno de trabajo eficiente y productivo.

Y obviamente se mejora la calidad de vida.

 

El Feng Shui, se fundamenta generalmente en el orden y limpieza de tu hogar. Esta técnica ancestral fundamenta la creencia de que mientras más ordenado (estratégicamente) y más limpio esté tu hogar, la entrada de energía será mayor y por ende la suerte entrará con mayor facilidad a tu hogar y a tu vida.

A pesar que cada quien tiene su forma de hacer las cosas, muchas veces nos complicamos en vez de simplificarlas. No existen fórmulas mágicas, pero si mentalmente tienes la idea de qué y hasta donde llegarás y cómo realizarás el trabajo, la tarea será más amena y reconfortante. Pon en práctica estos fáciles consejos para vivir sin estrés y con limpieza.

“Tener una casa limpia y ordenada nos hace sentir bien a todos los miembros de la familia”

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¿Cómo mantienes el orden y la limpieza en tu hogar?

Te leo, escríbeme a dibuydeco@gmail.com

Nos vemos…

 

 

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