Durante muchos años el aluminio ha sido el material elegido en el mercado de las carpinterías. Sin embargo, en los últimos años esta tendencia está cambiando y se ha producido un fuerte crecimiento de otros materiales como el PVC.
Y, ¿por qué este cambio? Debido principalmente a que ¡por fin! se ha despertado la preocupación por el ahorro energético.
Por esto, el aluminio ha realizado diferentes mejoras para conseguir ponerse al día, dando lugar a nuevas carpinterías con RPT (Rotura del puente térmico).
Toda carpintería metálica es buena conductora del calor: provocando pérdidas de calefacción en invierno y aumento de temperatura interior en verano. Esta conducta es lo que se conoce como Puente Térmico. La rotura del mismo conocida como RPT, consiste en intercalar entre las dos caras que forman la carpintería, un mal conductor (como el plástico) para romper literalmente esta zona de transmisión de temperatura.
Ahora bien, a esto hay que sumarle otro recurso muy de moda que es el uso del DVH o Doble Vidriado Hermético. El uso de este recurso (DVH) mejora notablemente el coeficiente térmico de la abertura. Junto al Aluminio RPT harán un conjunto de ventana y vidriado de alta prestación. Así las ventanas de aluminio con RPT consiguen mejorar sus valores de aislamiento y ser mucho más eficientes en términos de ahorro energético que las de aluminio “simple”.
Además, el uso de RPT permite la elección de un perfil interior y exterior de distinta terminación. Es un recurso muy valioso, por ejemplo, para la restauración de edificios patrimoniales donde se deben conservar las fachadas con su color original, pero hay que actualizar las tecnologías de las aberturas.
Sus terminaciones no exigen el mantenimiento como sí requiere la madera, ya sea que se trate de aluminio pintado o anodizado.
El acabado anodizado, se logra como un atributo exclusivo del aluminio, a través de un proceso electrolítico que permite la obtención de una gran variedad de colores metalizados.
Los colores más solicitados son el anodizado natural (gris aluminio), el peltre y el negro, también, el oro, el champagne o los tradicionales bronces en claro, medio u oscuro, son colores muy requeridos y combinables también. Admiten terminaciones superficiales como satinado, pulido o lijado mecánico, que es una terminación muy pareja, y pulido brillante, que luce como el acero inoxidable o el bronce.
A su vez, los anodizados permiten optar por diversos espesores para lograr una excelente resistencia al desgaste, a los rayos solares y a otras inclemencias climáticas. Lo normal son los marcos anodizados entre 10 y 15 micrones, y llegan a 20 y hasta 25 micrones para ambientes marinos, como puede ser una casa frente al mar.
El segundo grupo de acabados son las ventanas con marcos pintados, de los cuales encontramos: colores lisos, micro-texturados o símil madera.
Cualquiera que sea su presentación, es una alternativa muy resistente a los golpes, y como los marcos suelen ser estrechos permiten la entrada de más luz natural. Es fácilmente moldeable, lo que permite llevar a cabo diferentes diseños.
El aluminio es uno de los mejores materiales en términos ecológicos, ya que se trata de un metal que es muy respetuoso con el medioambiente. Además, es un metal altamente reciclable, gran parte de las carpinterías de aluminio están producidas por materiales reciclados.
Dados sus espesores, permite grandes paños vidriados, con mucho acceso de luz.
Por otro lado, el aluminio es un material difícilmente inflamable, una cualidad muy deseable para la seguridad frente al fuego de nuestra vivienda.
Nos vemos…