¿Querés hacer un buen asado? Tené en cuenta estos tips a la hora de construir la parrilla
La parrilla: soporte metálico donde se depositan los alimentos para su cocción.
El material más empleado es el hierro redondo liso de 6 milímetros. Son fáciles de limpiar. Algunos optan por hierros en V con grasero. Las hay enlozadas o en acero inoxidable. La distancia entre varillas debe ser tal que impida la caída de los pequeños alimentos y a su vez deje pasar el calor por radiación que emitan las brasas.
Los espacios destinados a las achuras requieren de mallas en espacios más pequeños. El metal desplegado es un material muy empleado, pero complicado para su limpieza.
Cámara de fuego: es la parte central de la parrilla. Es allí donde se encuentra la parrilla propiamente dicha.
A partir de su superficie se calcula el tamaño del resto de los elementos, especialmente los relacionados con el tiraje. Su piso se desarrolla a una altura que puede ir entre los 80/90 cm respecto al nivel de piso. El dintel de la boca deberá ser lo más bajo posible para evitar la salida de humos, pero a su vez debe permitir la cómoda visión del fuego y de la parrilla. Como medida estándar, pueden calcularse 140 centímetros de ancho x 80 de alto x 70/80 de profundidad.
Se distinguen dos zonas con diferentes características: la zona de fuego y la de la cocción.
Los materiales más usados para revestir ambas zonas son los ladrillos comunes o los refractarios.
Ambos tienen ventajas e inconvenientes:
- El ladrillo refractario tiene sus caras lisas, lo que disminuye la adherencia con el mortero, resiste bien las altas temperaturas y la abrasión, es mal aislante térmico y es relativamente caro.
- El ladrillo común tiene sus caras más rugosas, soporta mal las temperaturas altas que le acortan la vida útil, tiene baja resistencia a la abrasión (se deteriora más fácilmente al ser frotado para eliminar los residuos grasos), es buen aislante térmico y tiene un bajo costo. Pero hay que considerar su fácil sustitución pues su vida útil es corta, en estas circunstancias.
En ambos casos el rejuntado de piezas, se debe ejecutar con un mortero resistente a temperaturas elevadas. Se consiguen en el mercado distintas mezclas ya preparadas para este fin.
Campana: se encuentra por sobre la cámara de fuego. Es la encargada de retener el exceso de humo permitiendo que pase de la cámara al conducto, uniendo estos dos elementos a través de planos inclinados. Es importante que sus caras sean lisas, se puede realizar con ladrillo, hormigón o placas metálicas.
Cámara de humos: tiene que existir y ser de al menos 10 a 15 cm. Es el remate inferior de la campana.
Garganta funciona como reducción, permitiendo el acceso del humo al conducto. El respaldo debe seguir su trayectoria inclinada hasta mas o menos la mitad de la altura de la prolongación de la mampostería sobre el dintel. Ese punto de máxima estrechez de la salida es la garganta de la parrilla.
Estante de hollín/pulmón: funciona como deposito del hollín que transporta el humo en su recorrido por el conducto. Constituye la superficie de choque que evita que el humo que desciende por la chimenea.
Conducto de humo o chimenea: conduce hacia el exterior el humo emanado de la cocción. Se lo deberá proyectar centrado con respecto a la dimensión total de la parrilla, no solo respecto al sector de fuego, para lograr una eficaz evacuación también del humo proveniente de la zona de las brasas.
Debe ser vertical y su punto más alto debe exceder en no menos de 1 mt la altura del resto de las edificaciones vecinas, asegurando una ventilación a los cuatro vientos.
El mecanismo de la chimenea está basado en la diferencia de las presiones entre el aire interior y exterior. El tiraje natural se produce debido al movimiento ascendente que hace una masa de aire al calentarse. Este calentamiento le quita peso y por lo tanto se eleva. Mayor altura equivale a mayor tiraje.
El humo asciende en forma de espiral dentro del ducto. Por lo cual su sección ideal es circular, debiendo presentar una superficie interna lo más lisa posible.
Para calcular el área del ducto se aconseja una superficie de 8% a 10% de la que tiene la boca de la cámara de fuego. Para chimeneas de baja altura, el área del ducto se podrá calcular entre el 10% y 15% de la superficie de la boca.
Es importante proteger la cara superior del conducto para evitar el ingreso del agua de lluvia. Existen distintas formas de realizar el remate del conducto: Las formas más usuales son mediante una losita elevada sobre 4 pilares de forma que deje una ventilación por debajo o la utilización de elementos prefabricados que existen en el mercado.
Espero que salga rico. Nos vemos…